Una respuesta justa y humanitaria para las personas que pernoctan en Barajas

En los últimos meses venimos asistiendo al progresivo deterioro y abandono de la situación de las personas en situación de sinhogarismo que pernoctan en las instalaciones del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.

Los datos, propios y ajenos, coinciden en que en torno a 400 personas se encuentran varadas en dicho espacio, víctimas de un limbo legal y competencial que no aclara quiénes son los responsables de la atención social a todas estas personas que han acabado en el aeropuerto después de múltiples recorridos vitales, con un punto común: un sistema social y económico que expulsa y margina a un cada vez mayor número de sus participantes.

Vemos además con preocupación cómo se viene transmitiendo una imagen caótica de la situación en el aeropuerto, alimentada por determinados discursos mediáticos plagados de prejuicios, malentendidos y altas dosis de aporofobia y desinformación. Creemos que la puesta en marcha de estos discursos tiene una intencionalidad clara, en busca de un desalojo masivo y sin alternativas para las personas que allí sobreviven.

Desde las entidades firmantes no podemos negar que la presencia de un número ciertamente elevado de personas en esta situación genera problemas y conflictos de convivencia. Principalmente para las personas que se ven obligadas a vivir en circunstancias y de formas que ninguno de nosotros aceptaríamos como dignas. Una situación que debe resolverse cuanto antes y de la mejor manera posible.

Por ello desde las entidades firmantes exigimos soluciones justas y humanitarias para todas las personas afectadas por la situación que se está viviendo en las instalaciones del aeropuerto, apoyándose en los principios expresados en la Carta Social Europea, ratificada por España en junio de 2021 y en consonancia con las políticas comprometidas en la Estrategia Nacional de Lucha contra el Sinhogarismo en la que se enuncian los marcos de cooperación y el reparto competencial para la atención a personas en situación de sinhogarismo y las vías prioritarias de actuación.

Entre otras actuaciones urgentes se debería poner en marcha una mesa de coordinación entre las tres administraciones implicadas (Estado, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid) además de los ayuntamientos de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y Paracuellos del Jarama, donde se acuerde de manera inmediata y urgente la puesta en marcha de recursos suficientes para el realojo y el inicio de procesos de mejora personal e inclusión social de todas las personas afectadas por la situación de exclusión social extrema, que sobreviven en las instalaciones.

Nadie vive en el aeropuerto porque quiere, porque le resulte cómodo o porque entre dentro de sus planes vitales. Las personas que allí viven y duermen lo hacen porque no les queda más remedio, porque no tienen mejor alternativa. Porque ante la crisis residencial actual y ante la insuficiencia de las políticas públicas de protección social, vivir en la calle o en alojamientos de fortuna es una consecuencia cada vez más habitual.

Desde las entidades firmantes ofrecemos para ello nuestras capacidades, medios y voluntarios para realizar las necesarias tareas de mediación y acercamiento entre los diversos colectivos de personas afectadas por la situación. Desde las personas que allí viven, hasta las personas trabajadoras que cada día ven con desazón cómo se enquista una situación por nadie deseada.


Acción en Red, Fundación Acogida, Acrescere, Asociación pasión por el hombre – Bocatas, Asociación Bokatas, Comunidad de Sant’Egidio, Dragones de Lavapiés, EAPN España, Granito a Granito, Hogar Mambré, Parroquia Jesús y María, Asociación Los Chicos de Jose y Leo, Plaza Solidaria, Asociación Realidades, Asociación San Ricardo Pampuri, Proyecto Séforis, Solidarios para el desarrollo, Asociación Zaqueo

Segundas Jornadas «Educación en la II República, represión en el franquismo»

Segundas Jornadas «Educación en la II República, represión en el franquismo»
Del esplendor educativo transformador al retroceso destructivo
Manu Mediavilla

Las Segundas Jornadas «Educación en la II República, represión en el franquismo»,  celebradas el 4 y 5 de abril en La Bóveda de Acción en Red, reflejaron con rigor histórico y palpable emotividad el enorme contraste señalado en su propio título. El doloroso contraste entre el esperanzador proyecto republicano de transformación social y política (con la educación y las mujeres como protagonistas de los mayores avances frente al anterior régimen monárquico, apoyado en el caciquismo oligárquico y las instituciones militar y eclesiástica) y la implacable y destructiva represión de la dictadura franquista.

La presentación de las jornadas dibujó ya un simbólico telón de fondo con el verso “Recuérdalo tú, recuérdalo a otros” que abre el poema «1936» de Luis Cernuda, escrito en la década de los 60 tras su encuentro con un brigadista que llegó en 1936 para sumarse a la lucha para defender la democracia y la libertad. Aquel homenaje poético a quienes luchan por un ideal y en defensa de la dignidad humana se traduce en el presente en una obligación democrática de seguir apoyando la memoria histórica como un auténtico bastión de los derechos humanos.

Los derechos humanos, tan pisoteados por el franquismo ya desde el golpe de estado de 1936, como quedó reflejado en las jornadas en un amplio recorrido bibliográfico, cinematográfico y testimonial por ‘La Desbandá’ (persecución y matanza por tropas franquistas de la población civil durante su éxodo entre Málaga y Almería en febrero de 1937); por los asesinatos policiales y ultraderechistas que ensangrentaron la nada modélica Transición y cuya impunidad ha hecho nacer el «Colectivo por los Olvidados de la Transición» (COT); por la Escuela Benaiges de aquel «maestro que prometió el mar» a su alumnado; por los libros ‘escondidos’ de la Biblioteca Central Militar; por los escenarios y prácticas de represión de la Dirección General de Seguridad (DGS) y la Brigada Político-Social (BPS)… Y todo ello con un contrapunto transformador y de progreso: las maestras de la escuela republicana, cuya valiosa labor fue reivindicada por la profesora Sara Ramos Zamora como el «mayor ejemplo de esplendor educativo de la historia española».

 

Las maestras republicanas

Tras un vídeo sobre aquellas maestras que asumieron los principios republicanos y el reto de luchar por una escuela solidaria e igualitaria, la profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) destacó su pedagogía innovadora y renovadora, que fue clave en el modelo de escuela republicana y en el gran «legado social y educativo de las mujeres de la II República».

Ramos Zamora, también integrante del Patronato de la Fundación Ángel Llorca, recordó los vaivenes en el capítulo de derechos de las mujeres, con importantes avances en la II República (derecho al sufragio, a la igualdad laboral y salarial, al divorcio) que permitieron su «plena incorporación a la ciudadanía» y su «participación en el espacio público», y un brutal y generalizado retroceso en la dictadura franquista.

Sobre las bases del proyecto educativo de la II República, que concebía la enseñanza como elemento fundamental para el progreso social, sucesivas medidas (bilingüismo, libertad religiosa –educación moral sin adoctrinamiento religioso–, coeducación, libertad de cátedra) fueron apuntalando aquella reforma de gran calado que pretendía garantizar una educación pública y laica, gratuita y solidaria, activa y creativa. Una educación que cogía así el relevo de la experiencia pedagógica de la Institución Libre de Enseñanza y que se inspiraba además en movimientos renovadores como la ‘escuela única/unificada’ o la ‘escuela nueva’. De hecho, el Gobierno republicano apoyó las estancias en universidades extranjeras, que sirvieron al profesorado para conocer y desarrollar corrientes pedagógicas innovadoras.

En ese contexto, subrayó la profesora de la UCM, las maestras asumieron el reto de «formar de manera crítica a las futuras ciudadanas» y tuvieron un papel determinante en la lucha por la igualdad y por una educación pública y democrática. Su aportación fue decisiva en iniciativas tan exitosas como las misiones pedagógicas, que fomentaron la cultura mediante lecturas, cine, teatro, música y museos itinerantes. Como las bibliotecas populares, que propiciaron el encuentro social y cultural y que facilitaron la alfabetización y formación de ciudadanos más críticos y participativos. Como las cantinas y roperos escolares, que a lo largo del curso proporcionaban alimentos y ropa gratuitos a las niñas y niños necesitados y que el Gobierno republicano integró en su apuesta educativa con un importante esfuerzo presupuestario. Como las colonias escolares, que permitían al alumnado viajar al mar o la montaña, hacer deporte, divertirse y, sobre todo, comer. Como las escuelas de adultos. Y, en fin, como el protagonismo de las maestras rurales en la democratización de la educación en la II República.

El franquismo destrozó aquel modelo educativo de progreso con una vuelta al modelo tradicional que «legitimaba el papel secundario de las mujeres», relegadas al papel de «esposa, madre y educadora de sus hijos», y en el que solo tenía cabida la «maestra maternal» que debía inculcar «valores religiosos y patrióticos». Todo ello en el marco de un «proceso largo y duro de depuración» en el que una de cada seis maestras fueron depuradas o sancionadas, mientras a otras muchas solo se les permitía la continuidad tras inhabilitaciones temporales, cartas de súplica o avales provisionales.

La profesora Sara Ramos Zamora no esquivó una referencia a la situación actual, en la que ve un claro «retroceso en el discurso sobre la mujer» y una enseñanza atrapada en la «mercantilización» y que ya «no es base de transformación social». La financiación insuficiente de la escuela y la universidad públicas anticipan «un futuro muy incierto», remachó, mientras el maestro carga cada vez una «mochila con más peso», pero «no recibe compensación por su aportación a la sociedad».

Múltiples objetivos de represión franquista

Para el franquismo, el luminoso ejemplo de las maestras republicanas y de la educación en la II República sería un objetivo prioritario de represión. Pero no el único, como mostraron las jornadas de Acción en Red en La Bóveda.

La proyección del documental «La carretera de la muerte» recordó ‘La Desbandá’ de febrero de 1937, cuando la población civil que huía masivamente de Málaga (al menos 120.000 personas, que irían aumentando hasta 200.000 en la ruta hacia Almería) fue perseguida y «masacrada por tierra, mar y aire» por las tropas sublevadas contra la República. Así lo subrayó el ex-represaliado político Luis Suárez Carreño al constatar que aquellos «hechos no recogidos por la historia oficial» solo pudieron ser documentados por el médico canadiense Norman Bethune, que había llegado con una ambulancia que permitía transfusiones, y por uno de sus dos ayudantes que era aficionado a la fotografía. Aquel testimonio ha permitido a colectivos de memoria histórica representar ‘La Desbandá’ (primero por tramos y en su totalidad desde 2017), iniciativa que ha recibido un nuevo impulso con la declaración por el Gobierno como Lugar de Memoria Democrática.
«Benaiges, la escuela asesinada», dio título a la conversación sobre el maestro catalán Antoni Benaiges i Nogués, que en 1934 revolucionó la escuela del pequeño pueblo burgalés de Bañuelos de Bureba, cercano a Briviesca, con el método pedagógico Freinet y su apuesta por la educación como herramienta de integración social. Desde el amor y respeto a su alumnado infantil, hacía partícipes de su propia enseñanza a las niñas y niños, quienes escribían sus «cuadernos de la vida» (especie de diarios que les permitían expresarse con libertad, cooperar en el aula e incluso hacer intercambios con otras escuelas) y luego los veían encuadernados gracias a una imprenta que él mismo compró. Al día siguiente del golpe de estado franquista, el 19 de julio de 1936, fue detenido en la Casa del Pueblo de Briviesca, golpeado salvajemente, paseado semidesnudo en un coche descapotado, y fusilado. Su cuerpo no ha aparecido y se cree que fue arrojado a una fosa común en el monte de La Pedraja.

Ignacio Soriano, presidente, y Enrique Pérez Simón, vocal, de la Asociación Escuela Benaiges creada en 2013 y que ha rehabilitado y convertido el centro en museo pedagógico, destacaron su simbolismo como «lugar de convivencia y de paz». Y una persona recordó desde el público otro hecho simbólico: como refleja la película «El maestro que prometió el mar», Benaiges no pudo cumplir su promesa de llevar a sus alumnas y alumnos a la localidad costera de Mont-roig del Camp donde había nacido en 1903, pero aquella promesa pendiente se hizo realidad en 2024, cuando la Asociación Escuela Benaiges y dos organizaciones que trabajan en la Cañada Real madrileña y el granadino barrio de Cartuja llevaron a 28 niñas y niños de 8 a 13 años a esa población tarraconense en un viaje de convivencia y aprendizaje de una semana.

La presentación de dos libros del historiador Pablo Alcántara («La DGS. El palacio del terror franquista», y «La secreta de Franco. La Brigada Político-Social durante la dictadura») dejó constancia de la implacable represión del régimen. La Dirección General de Seguridad, situada en la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol, vio incrementado su poder en la dictadura y se convirtió en «epicentro del terror franquista»: miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas en sus calabozos. La BPS, policía política del franquismo, empleó toda su maquinaria represiva para combatir a la oposición y al antifranquismo en cualquier escenario. Y lo hizo con la complicidad, colaboración y asesoramiento en método  policiales de la Gestapo, la CIA y el FBI.

Alcántara reclama la declaración como Lugar de Memoria de la antigua DGS –actual sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que se resiste a ello– y de otros centros de tortura franquista. No faltan precedentes, tanto en España (la cárcel Modelo barcelonesa se cerró en 2017 para convertirse en un espacio memorial con exposiciones que ayudan a recordar e interpretar la historia) como en el extranjero, donde destaca la antigua ESMA argentina, Escuela Mecánica de la Armada: desde 2004 es un Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos que homenajea a las víctimas del terrorismo de Estado bajo la dictadura militar y que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

La presentación de otra obra, «Libros en el infierno. El fondo marxista de la Biblioteca Central Militar», escrita por Inocencia Soria González y Fernando Torra Pérez, puso de relieve la obsesión represiva del franquismo contra cualquier bibliografía que no encajara en sus principios. De la quema de libros se pasó a su depuración y selección para eliminar obras consideradas inmorales, marxistas, contrarias a la unidad nacional o a la ideología del régimen. En cuanto a documentos, en 1937 se creó la Oficina de Información y Propaganda Antimarxista (OIPA) «para organizar la contrapropaganda» y poner a disposición de los cuerpos represivos la información extraída.

En la Biblioteca Central Militar, casi 2.000 libros acabaron en el ‘infierno’, una zona prohibida en la que permanecieron escondidos desde que las fuerzas golpistas los requisaron en bibliotecas municipales, de ateneos republicanos, de sindicatos y partidos y en colecciones personales. Hasta 2001 no aparecieron en los catálogos, apuntó Torra Pérez. Y Soria González recordó las «pautas extrañas de los depuradores» al apartar obras clásicas como la «República» de Platón y una versión en catalán de la «Odisea, en este caso por «separatista».

Las víctimas olvidadas de la transición

La proyección del documental «Las armas no borrarán tu sonrisa», del guionista y director Adolfo Dufour Andía, y el posterior debate con dos integrantes del Colectivo por los Olvidados de la Transición, Olga Gutiérrez y Javier Almazán, dejaron ver cómo la sombra de la represión franquista se alargó durante años tras la muerte del dictador.

Javier Almazán, que tenía 13 años cuando su hermano Ángel (18 años) falleció en diciembre de 1976 a los cinco días de recibir una brutal paliza policial en una manifestación contra el referéndum de la Ley de Reforma Política, cifró en 300 las  víctimas de las fuerzas de seguridad y la ultraderecha entre 1975 y 1983. «La mayoría eran jóvenes que luchaban por la democracia» y rechazaban el modelo de Transición, remarcó. Jóvenes como Arturo Ruiz, estudiante granadino de 19 años asesinado por un comando ultraderechista durante la jornada pro-amnistía del 23 de enero de 1977, en la que sería conocida como «semana negra» de Madrid. Al día siguiente murió otra estudiante, Mari Luz Nájera, alcanzada por un bote de humo policial mientras protestaba por el asesinato de Arturo, y esa misma noche se produjo la matanza de abogados laboralistas de Atocha. Olga Gutiérrez, cuñada de Arturo Ruiz y viuda de su hermano Manuel, que fue hasta su muerte en 2023 el gran impulsor del COT., sigue en esa lucha contra el olvido en la que cada vez, subrayó,  «conocemos a más familiares de víctimas» y más gente se suma al colectivo.

No es una lucha fácil, a la vista de las numerosas resoluciones judiciales que han ido archivando casos represivos en base a la Ley de Amnistía de 1977. Esta norma garantizó la impunidad de quienes participaron en crímenes durante la guerra civil y el franquismo, y ha sido muy discutida por víctimas y organizaciones de derechos humanos, que coinciden en lamentar que la Ley de Memoria Democrática no haya eliminado los obstáculos a la investigación judicial de esos crímenes de derecho internacional.

En el documental son varias las voces que recuerdan que «el derecho a la verdad no lo pueden negar nunca» y que «los crímenes de lesa humanidad no prescriben». Pero también son conscientes de que «el miedo se disfrazó de prudencia» en la Transición y generalizó «el olvido» sobre muchos de aquellos sangrientos episodios. «Ahora es casi imposible luchar contra eso», comentó Javier Almazán, convencido de que la izquierda «pudo hacer más», en especial tras la multitudinaria movilización por la matanza de Atocha.

El documentalista Adolfo Dufour no pierde el optimismo. Como recalcó durante el coloquio, si en 1977, a sus 21 años, «teníamos horizontes de utopía», también ahora «hay que tener esperanza». Desde los años 60, «cantidad de películas y libros han intentado dar otra perspectiva. Del foco en el poder se ha pasado al foco en los de abajo». Y en ese sentido, explicó, «Las armas no borrarán tu sonrisa» narra «nuestra verdad, constatada con hechos, y muy poco contada», para esclarecer una realidad que «ni se molestaron en contarnos». Por eso, remachó, «no cerraría nunca la puerta a la esperanza», porque «el cine fija la memoria». Ya lo dijo una emocionada Olga Gutiérrez: “Cada vez que veo el documental es como si lo viera vivo”.

En el ambiente quedó flotando la idea de una Comisión de la Verdad, que tanto el COT como Acción en Red ven todavía improbable. Pero iniciativas como el informe de la Comisión Ciudadana por la Verdad en las Residencias de Madrid y el documental 7.291 mantienen entreabierta la puerta de la esperanza.

Celebramos, entre música y pintura, en un ambiente festivo el II Certamen de poesía erótico amorosa Por los buenos tratos.

Mª Teresa Ayllón Trujillo

                 14 de febrero 2025

 

En La Bóveda de Acción en Red Madrid, el pasado 14 de febrero, de nuevo constatamos que la poesía está viva y causa entusiasmo en una parte significativa de la población y eso en todas las edades. El Taller de (Meta)poesía organizó la llamada a la cual respondieron 28 poetas que enviaron 3 poemas cada quien; 4 resultaron no estar en la temática propuesta y pese a su calidad quedaron fuera de concurso. El resto se dividió en dos sesiones una presencial y otra on line para dar lugar a aquellos y aquellas poetas de fuera de Madrid y del extranjero. La sesión por Zoom tuvo lugar el domingo 16 de febrero, auspiciada en esta ocasión, por medios radiotelevisivos de República Dominicana y comunidades latinas estadounidenses, gracias a la periodista literaria Rosina Anglada y al dinamizador Carlos Márquez en el programa Ilusiones y poesías.

En La Bóveda, la sesión presencial estuvo dinamizada musicalmente por Carlos Nieto que nos hizo cantar y reír con sus dotes de animador que le han hecho famoso en los hospitales donde alegra la vida a pacientes de toda edad… desde su propia experiencia del COVID-19.

La primera parte del evento fue un homenaje a la poeta uruguaya Delmira Agustini, (1886-1914) pionera del movimiento literario modernista, temprana poeta admirada por el nicaragüense Rubén Darío –padre del modernismo- que causó furor a principios del siglo XX por su atrevida poesía erótica, la cual a pesar de ser muy elegante era valientemente explícita expresando que las mujeres y las adolescentes tenían deseo, fantasías sexuales y exigían placer a sus parejas amorosas. Delmira Agustini fue internacionalmente muy reconocida en su época ya que escribía en las mejores revistas literarias internacionales llegando a dirigir la sección literaria de periódicos y revistas de Uruguay. Finalmente fue pionera a los 26 años en hacer uso del divorcio que acababa de aprobarse por un gobierno progresista. Desgraciadamente el exmarido la asesinó al día siguiente de obtenerlo. El homenaje contó con la declamación de poemas de Delmira Agustini por la actriz Pilar González Cid y el grupo organizador (Argentina Cordero, Enrique Mateo, Serafín Aznar, Luz Modroño, Alfonso Ayllón, Águeda Ruiz y Ma. Teresa Ayllón), mismo grupo que se encargó de la decoración creativa. Una muestra colorida de 7 cuadros expuso la obra abstracta Pintura Psicológica de nuestro compañero Serafín Aznar.  La segunda parte del acto presentó a las y los poetas concursantes que declamaron sus poemas y fueron valorados por el público con unos formularios que ya ensayamos el pasado año exitosamente, que decidió el ranking y por tanto la figura ganadora y dos finalistas. 

Foto Serafín Aznar. Presentan Luz Modroño y Carlos Nieto. Recita Lobo.

El Primer Premio este año fue adjudicado a la poeta Rosa Mª Berlanga Benito y recibieron mención como Finalistas Mere de Frutos y Romeo (seudónimo de Juan Calderón Matador). 

Recibiendo los diplomas y el premio la poeta ganadora y los dos finalistas que empataron en segundo lugar. Consistió el premio en una obra original de Draco Creaciones, donada por el artista o artesano del cuero Alfonso Ayllón pieza única trabajada enteramente a mano y con pirograbado acreditativo del Primer Premio.

Estuvieron acompañándonos miembros ilustres de la tertulia poética del Café Gijón, del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid y del programa radiofónico Con mayor voz (Radio Villaverde), las Lideresas de Villaverde y representantes de varias ONG. En el brindis final se ofreció comida palestina, vegana y española tradicional de nuestros chefs Conchi, Enrique, Argentina y Luz, Pilar González, Mar y Antonio Sánchez.  

Foto: El Comité Organizador (a falta de Alfonso Ayllón, Coordinador de la Tertulia poética Julia Trujillo, de Sevilla) al finalizar el II Certamen y convocar el siguiente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POEMAS de Rosa M. Berlanga, que obtuvieron el PRIMER PREMIO

ENSAYO SOBRE LA PIEL

El juego del que hablamos no es el mismo…
Tú hablas de corazón y de latido,
yo hablo del desenfreno
y del misterio flotante de la piel, 
de tu mano en mi pubis y mi lengua en tu cuello,
del aroma rendido de la vida.
Hablo de tu cintura en mis caderas.
de mis muslos albergando tu llegada,
del corazón palpitante entre las sienes
y mis pezones botón de primavera.
Hablo de gemido ausente y madrugada,
de tu voz en mis párpados dormidos,
piel venciendo a la piel cada mañana
y de caricias que encienden esperanzas.
Hablo de tu lóbulo en mis labios,
o entre mis piernas lamiendo los espacios
de pétalo erizado entre las nubes,
de cuerpos estallando en mil pedazos.
Hablo de las palabras que alumbraron
el milagro de haberte conocido,
el destino dormido en mi regazo
y doy gracias al tiempo envenenado
por el simple placer de haber nacido.

 

LA LLUVIA Y TÚ

“Usted no sabe cómo yo valoro
su senillo coraje de quererme”
(Mario Benedetti)

 

Te deshaces en lluvia inundándolo todo,
todo hasta el mínimo elemento del alma,
del alma que te acoge, con mi cuerpo debajo,
debajo del silencio, del gemido y la escarcha.
Te diluyes de música abarcando el espacio,
el espacio que ocupa nuestro cuerpo y mi cama,
mi cama que cobija el eco de tu voz,
tu voz, enronquecida, clavándose en mi espalda.
Te disuelves en beso con mi piel en tus manos,
tus manos que pasean cimbreantes alamares(1)
alamares brillantes, la humedad de mis labios,
labios, mango jugoso, que enjuga tus pesares.
Te desvaneces, nudo, en calígine(2)
de sueños,
sueños de corazón, abierto en mil pedazos,
pedazos de mi agua en tu tifón de lluvia,
la lluvia y tú, tu voz, tus manos y el abrazo.

 

DESDE EL ANHELO

Soy el roce de dos ramas secretas
que encendieron un fuego primitivo…
“Resistencia al cálculo”, Raquel Lanseros

 

El deseo es un dédalo(3)
de pétalos azules,
un aleteo profundo de vientres amarillos,
la intensidad del fuego, la teoría toda
de una experiencia inmensa emboscada en alumbre(4)
El sueño incandescente de la primera niebla,
de niños enredados en temor y costumbre,
alimento profundo de la entraña deshecha
y un aliento de luces que hurga en la incertidumbre.
Es el deseo un bronco estallido de hormona,
tormento de legañas en el aprendizaje,
ruptura de ilusiones de juventud dichosa,
caleidoscopio lúcido, color de mestizaje.
El deseo es el hijo de la tierra profunda,
limo húmedo y rizoma de mineral memoria,
la explosión de sonidos sobre el cuerpo dibuja
el vehemente festín que en alud nos deshoja.
Es el deseo, hombre, el ansia que nos damos,
ese big-ban latente que aluzas(5)
en mi pecho,
el origen maduro de tu lengua y tus manos,
la certeza perpetua de que todo está hecho.

(1) Alamares: Presilla y botón, u ojal sobrepuesto, que se cose a la orilla del vestido o capa, y sirve para gala y adorno. Cairel. Pan dulce mejicano.
(2) Calígine: Niebla, oscuridad, tenebrosidad
(3) Dédalo: Laberinto, asunto difícil de solucionar
(4) Alumbre: Calinita. Cristal, sulfato alumínico y potasa. Aclara aguas, atrae abundancia y buena suerte, ahuyenta malas energías y sana el alma de influencias ancestrales.
(5) Aluzar: Iluminar con mucha luz y claridad

Por una política (decente) de vivienda

Francisco Castejón

Miembro de Acción en Red-Madrid

 

  1. LA VIVIENDA A DEBATE

Uno de los efectos positivos de la Ley de Vivienda promulgada por el gobierno y de las discusiones que se produjeron en la coalición gubernamental es que el problema de la vivienda en España está, al fin, bajo los focos. De hecho, la vivienda es el problema que más preocupa a los españoles (28%), seguida de la crisis económica (22,1%) y los problemas políticos en general (22%), según el barómetro de enero de 2025 del CIS.

La acumulación de sufrimientos y dificultades para conseguir un techo en nuestro país no ha podido ser ya ignorada y la vivienda ha pasado a ser un elemento central del debate político. En el número 82 de Berrituz escribí un artículo donde esbozaba los problemas de la vivienda en España y cómo habíamos llegado hasta esta situación. Desde aquel momento hemos podido conocer nuevas propuestas de los partidos políticos y podemos ver lo que cada uno de ellos ofrece.

La lucha política no podía ser ajena a un elemento como este, central en las preocupaciones de la gente, pero el debate está teñido de los mismos vicios que el resto de los debates políticos que vivimos hoy: está plagado de bulos, falsedades y mentiras, sobre todo procedentes de la derecha política.

En aquel artículo que he citado ponía como ejemplo a seguir, al igual que hacen hoy muchos opinadores, la política de vivienda de Viena. El problema es que la ventajosa situación de dicha ciudad se ha alcanzado después de más de 100 años de incidir en el mercado de la vivienda con una serie de buenas prácticas, pues las primeras actuaciones datan de 1920, después de la Primera Guerra Mundial. Para llegar, como ocurre en Viena, a tener una empresa municipal de la vivienda que posea más de 220.000 pisos y a disponer de otros 200.000 pisos de alquiler barato, son necesarios muchos años de realizar promociones públicas, de recomprar vivienda y de mantener en posesión de las autoridades públicas un parque de viviendas que se pueden ofrecer en alquiler a buen precio.

El camino a largo plazo está ya marcado y no es técnicamente complicado diseñar estas políticas. Pero es bueno saber que estas medidas chocarán con los intereses de todos aquellos que ven en la vivienda un nicho de negocio. Unas políticas que desincentiven la especulación en la vivienda tendrán efectos beneficiosos para la población y acabarán con un mecanismo de enriquecimiento de múltiples actores, que no lo aceptarán de buen grado y plantarán batalla, como de hecho ya sucede. La extensión de bulos sobre el tema que ya estamos viendo, forma parte de esa batalla.

Dado que los beneficios de estas políticas se harán notar gradualmente y serán efectivas a largo plazo, hay que estar preparados para ataques furibundos a quien las propone, basados en la mentira y en el largo lapso de tiempo en que podremos disfrutar de un parque de vivienda pública que otorgue a las autoridades la capacidad de actuar sobre los precios. Estas políticas a largo plazo son imprescindibles y deben ponerse en marcha ya.

Pero mientras surten efecto las políticas sensatas a largo plazo, es necesario adoptar otras que tengan efectos a corto plazo para paliar siquiera el enorme problema que sufrimos, pues tenemos un problema urgente.

 

 

 

  1. LAS PROPUESTAS DE LA DERECHA

Bien por la ideología que conlleva la fe en el mercado, ignorando todas las limitaciones y vicios que este tiene, bien por la simple búsqueda del beneficio, las políticas de derecha tienen un punto en común que es aumentar la oferta. No necesariamente de vivienda pública, aunque siempre puede haber una fracción de esta en sus propuestas.

Las políticas de vivienda realizadas en nuestro país durante estos 50 años han consistido en liberar suelo público para construir mediante promociones privadas o cooperativas, con anecdótica promoción de vivienda pública. La compra de vivienda ha sido además potenciada mediante las hipotecas baratas que se dieron durante los 90 y los 2000 y la desgravación de un 15%. Esta fiesta de hipotecas produjo la burbuja inmobiliaria, que condujo a la dura crisis de 2008.

Los alquileres se desincentivaron por el llamado Decreto Boyer que liberalizó el precio, haciendo que los costes del alquiler fueran similares a los de una hipoteca. De esta manera se favoreció aún más la compra de vivienda adelgazando drásticamente la oferta de alquiler.

Por si esto fuera poco, se produjo la irrupción de fondos buitre que compraron vivienda social y alquileres de renta antigua, lo cual encareció aún más los alquileres. En Madrid, se vendieron más de 1800 viviendas sociales al fondo Blackstone siendo alcaldes Ana Botella.

Esta ha sido la política de vivienda hasta hoy, cuyos nefastos efectos deben ser contrarrestados por políticas de vivienda decentes. Un primer paso ha sido la Ley de Vivienda, que declara zonas tensionadas de actuación preferente.

Dado que la vivienda está en el centro del debate político, el mismo PP ha puesto sobre la mesa sus propuestas. El PP aduce que la Ley de Vivienda ha fracasado y que hay que buscar alternativas, cuando en realidad esta ley solo se ha podido poner en práctica de forma limitada por la oposición de los gobiernos autonómicos del PP.

Básicamente, este partido promueve la construcción de más y más viviendas de tal forma que se aumente la oferta. Para ello plantean flexibilizar los controles urbanísticos, bastando una declaración responsable del promotor para poder construir. También plantean cambiar usos de suelo público planeado para servicios que no han llegado a ejecutarse para cederlo a promotores privados de vivienda, haciendo una interpretación torticera del paradigma que se ha puesto de moda: “la colaboración público-privada”.  Estas propuestas conducentes a aumentar la oferta privada de vivienda las complementa el PP con una batería de incentivos, avales, ayudas a las hipotecas y ampliación del bono joven de alquiler. Todas estas ayudas no son sino una forma de bombear dinero público a las manos privadas que hoy pueden alquilar o vender pisos.

También dedica una batería de medidas a luchar contra la ocupación, como si este fuera el principal problema al que se enfrentan los arrendadores. Los datos que son asequibles a cualquier persona que busque en internet demuestran que la ocupación es anecdótica y no es de ninguna manera un problema estadísticamente relevante.

Como ejemplos de puesta en marcha de promociones de vivienda bajo colaboración público-privada, citan el Plan Vive de Madrid, con 6.600 viviendas construidas. Sin embargo, estas viviendas han sido rechazadas por muchos de los primeros adjudicatarios, sencillamente porque los alquileres estaban en torno a los 1.200 euros mensuales.

En actuaciones sobre la vivienda, Madrid es un experimento de políticas neoliberales. Los efectos empiezan ya a notarse en forma de aumento de las desigualdades.

¿Por qué la política que propugna el PP de aumentar la oferta de vivienda de precio libre iba a dar mejores resultados de lo que ha hecho hasta la fecha? Como se ha dicho, la experiencia de aumento desbocado de la oferta y de las hipotecas a bajo interés condujo a la burbuja inmobiliaria y a la crisis de 2008. No sería, por tanto, buena idea repetir la experiencia.

  1. POLÍTICAS DECENTES

Una política de vivienda decente debe estar pensada para satisfacer el derecho a la vivienda que consagra nuestra constitución y debe evitar que la vivienda sea un negocio, como ocurre hoy en día. Por eso, la venta de viviendas se debe reducir a aquellas que van a ser habitadas y no deben venderse a compradores que las usen con fines especulativos.

Asimismo, el alquiler de uso turístico debería ser suprimido. Entretanto, debe ser considerado como una actividad económica más y ser gravada con impuestos, en particular con el IVA.

Ayuso entrega las llaves de 44 viviendas en Vallecas. Fuente: eldiario.es

Las administraciones públicas pueden actuar como promotores de vivienda. Pero dado que la construcción requiere tiempo, se puede recurrir a la compra y, cuando sea necesario, a la rehabilitación de vivienda. De hecho, en España hay unas 1.100.000 viviendas vacías en localidades de más de 50.000 habitantes. Se trata de un parque que debería ponerse a disposición de la ciudadanía mediante oferta de alquiler barato. De esta manera, usando la compra y la construcción, se irá disponiendo de un parque de vivienda pública que permitirá a las administraciones actuar sobre el mercado. Estas actuaciones obligan a un desembolso importante. El pacto de gobierno Sumar-PSOE obligaba al gobierno a dedicar el 1% del PIB a este fin. En estos momentos, el parque público de vivienda en España es del 2%, frente al 9,3% en Europa.

La vivienda pública, por cierto, debe ser de calidad. No sirve la práctica del chabolismo vertical. La eficiencia energética de los edificios debe ser un elemento imprescindible, con el doble fin de luchar contra el cambio climático y para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, como corresponde a cualquier política de vivienda decente.