Vota con conciencia. Vota con compromiso.

La ciudad y la comunidad autónoma que queremos

Las elecciones municipales y autonómicas son el momento que tenemos para poder decidir los modelos de ciudad y de comunidad que queremos, en aquel en que queremos que se inviertan esfuerzos y recursos. La participación  ciudadana es clave para poder devolver a las instituciones credibilidad. Como ciudadanía necesitamos recobrar la confianza en que desde los organismos públicos se pueda dar respuesta a las situaciones de vulnerabilidad que hemos sufrido desde la pandemia, donde han sido las asociaciones vecinales o los movimientos organizados los que han suplido su ausencia. Necesitamos superar el desencanto, la desesperanza y el olvido. La derecha apuesta por un modelo de servicios basado en la iniciativa privada, dejando los servicios públicos descapitalizados y de mala calidad para las gentes más desfavorecidas. 

Debemos apostar por exigir que se destinen más fondos públicos para blindar el sistema público de salud, dignificando el trabajo de sus profesionales que garantice una atención de calidad y universal. La derecha de la comunidad ha conseguido que la gente de la comunidad recurra cada vez más a seguros médicos privados.

Algunos datos de sanidad: A pesar de las dos huelgas y las  multitudinarias manifestaciones, Isabel Díaz Ayuso no ha cumplido sus compromisos con la sanidad pública. Siguen en marcha huelgas para reivindicar mejoras y compromisos reales. Un 53% de los médicos especialistas de la sanidad pública trabajan sin contrato fijo. Siguen sin cubrirse un 20% de plazas  de médicos de familia  y un 30% de plazas de pediatras de Atención Primaria. Como resultado de esa carencia, hay un millón de madrileños, doscientos mil de ellos niños, sin médico asignado. Es necesario invertir en formación y más profesionales para que se garantice el acceso de la ciudadanía a los derechos recogidos en las nuevas legislaciones estatales de la Eutanasia y del Aborto.

Necesitamos  proteger la educación pública, para garantizar la formación. Que los fondos públicos se inviertan en centros donde se garantice la ausencia de discriminación por sexo, independientemente de cualquier creencia religiosa. La educación pública debe ser un verdadero ascensor social que permita la igualdad de oportunidades entre ricos y pobres. Los suelos públicos deben destinarse a la construcción de escuela pública y no deben ser cedidos a empresas o instituciones privadas, como ha sucedido durante décadas.

Es precisa más inversión en educación sexual y en diversidad de género para la prevención de las violencias de género y todas las posibles discriminaciones que sigue sufriendo la ciudadanía lgtbi. Por un sistema educativo donde todas las personas puedan expresar libremente su identidad. Y que sea integral para formar ciudadanos y ciudadanas, no solo profesionales.

Necesitamos inversión en vivienda pública. Asegurar el derecho a la vivienda limitando la gentrificación de los barrios y turistización la ciudad, y el alza de los precios de los alquileres. Regular la creación de pisos turísticos que son una causa de la subida de los alquileres. La comunidad debería subvencionar, teniendo en cuenta la renta, la rehabilitación de viviendas que mejore la calidad de vida de las personas y fomente el ahorro energético. Los ayuntamientos y la comunidad deberían favorecer la creación de comunidades energéticas que faciliten la producción renovable y reduzcan así las emisiones contaminantes.

Necesitamos una ciudad más amable, construyendo una propuesta de regeneración urbana en que se puedan asegurar espacios verdes, desplazamientos asegurados por una red de transporte público eficiente y sostenible. Es imprescindible garantizar una buena planificación urbana para garantizar la accesibilidad de los servicios y al ocio a los habitantes de la ciudad sin necesidad de grandes desplazamientos motorizados. De esta manera se contribuirá, además, a luchar contra el cambio climático. Asimismo, es necesario crear espacios donde la ciudadanía pueda desarrollar su vida social: plazas, parques, locales…Deseamos una apuesta real por la red ciclista en Madrid. Reclamamos que se amplíen las vías para circular por la ciudad con seguridad, y que se garantice el acceso al servicio de Bicimad cuya contribución a la movilidad es inexistente debido al pésimo funcionamiento, que se ha visto gravemente deteriorado en los últimos meses.

Apoyamos las reivindicaciones de colectivos vecinales y asociaciones ecologistas que piden que no se tale la arboleda de Madrid Río afectada, por las obras de ampliación de la Línea 11 de metro. Creemos que es clave la preservación del arbolado en general, tan necesaria en nuestra ciudad para combatir los efectos del cambio climático, la contaminación, conservar la biodiversidad urbana y proteger la salud de la ciudadanía.

Es imprescindible una apropiada ordenación del territorio que impida la destrucción de los espacios naturales que aún quedan en nuestra comunidad, dotar a todos los municipios de los servicios apropiados y proteger las zonas rurales que todavía pueden suplir a la comunidad de sus productos.

Necesitamos una ciudad y una comunidad donde las personas sin hogar no sean invisibles y se generen espacios de acogida e inclusión. Necesitamos un urbanismo amable  que convierta la ciudad en un espacio amable y vivible para todas. Espacios de encuentro y convivencia con zonas verdes, bancos, fuentes…donde los más vulnerables puedan sentirse  iguales, cuidados y protegidos. 

Se necesitan más recursos para socorrer a los más desfavorecidos e intentar la integración en la sociedad de los excluidos por una u otra causa. Es necesario consolidar los avances logrados en los últimos años respecto a la atención al sinhogarismo y profundizando en modelos más personalizados y que han demostrado no sólo mejores resultados sino una mayor sensibilidad respecto a las necesidades y la situación de las personas sin hogar. Hay que apostar por un mayor desarrollo de los servicios sociales de proximidad de fácil acceso que incidan en la percepción de que estos servicios como públicos y universales y no solo de aquellos más debilitados. Abrir el espacio de intervención a la ciudadanía  y asociaciones, con mayor presencia en calles y plazas como forma de creación de redes comunitarias. Es necesario detectar y actuar contra las brechas digitales, que se están convirtiendo en el principal escollo de acceso a derechos y servicios.

Taller de iniciación a la escritura creativa

¿Te gusta escribir? ¿Te gustaría saber un poco más sobre técnicas, aspectos formales o simplemente potenciar tu creatividad? ¿Quieres explorar nuevas formas de mejorar tu redacción? ¿Te sientes bien escribiendo, pero siempre lo vas dejando para otro momento?
Entonces… ¡Este es tu taller!

Dirigido a principiantes en el arte de la escritura creativa

OBJETIVOS

El propósito de este taller es brindarte las herramientas básicas para la construcción de un texto, estimular tu creatividad, potenciar tu confianza y a la vez la autocrítica constructiva. En una palabra, animarte a hacer o a seguir haciendo lo que más te gusta: ¡escribir!

METODOLOGÍA

Cada clase se dividirá en dos bloques:
– Una parte teórica para explicar conceptos básicos de forma sencilla y accesible.
– Una parte práctica donde se propondrán ejercicios y/o actividades lúdicas en las que aplicar y desarrollar los conocimientos adquiridos.
Además, en  cada clase te daremos una propuesta de trabajo para desarrollar en casa.

Será un taller predominantemente práctico, pues trabajaremos comentando y corrigiendo los textos de los propios alumnos.

PROGRAMA

CLASE 1 – Soy escritor. Dificultades que pueden presentarse cuando empiezas a escribir y  formas de enfrentarte a este proceso: motivaciones, tiempo, espacio, necesidades y herramientas del escritor, etc.  Para empezar a escribir es recomendable que te plantees algunas cuestiones.

CLASE 2 – El proceso creativo. Disparadores de la creatividad y fases de la creación.

CLASE 3 – ¿Quién cuenta y cómo cuenta? Estructura, narrador, voz.

CLASE 4 – Creación de personajes. Contar vs mostrar. Dimensiones del personaje. Personajes complejos.

CLASE 5 – Tus personajes hablan. Estilo directo e indirecto. Ritmo. Importancia de os diálogos.

CLASE 6 – ¡Cuidado! ¡Calzada resbaladiza! Errores más comunes: los conocemos, los detectamos, los evitamos.

¿CUÁNDO EMPEZAMOS?

Se impartirá una clase cada 15 días: los lunes de 18 a 20:30. Un total de 6 clases: (15 horas).

Fechas: 10 y 24 de abril, 8 y 22 de mayo, 5 de junio y 19 de junio.

Y será presencial en la sede de Acción en Red: C/San Felipe Neri, 4 • bajo dcha.

PRECIO

25€ al mes. Pero… ¡Sigue leyendo, que puede que te salga más barato!

MODALIDADES DE PAGO

1. Matrícula de reserva de plaza de 20 € que se descontará de la mensualidad de junio. En caso de no completar el trimestre el importe de la matrícula no se devuelve.

2. Pago del trimestre completo al inicio del curso: 65 €. Con esta modalidad ahorras 10 €.

3. ¿Tienes menos de 25 años? ¡Pues estás de enhorabuena porque tienes un descuento extra: Descuento especial de 15 € sobre el total del pago. En caso de que hayas elegido el pago fraccionado, el descuento se aplicará en la primera mensualidad.

Para reservar tu plaza o resolver cualquier duda, escríbenos a: actividades@accionenredmadrid.org
Imparte el taller: Nahir Subelzú Sáenz.

Oportunidades de la Transición Ecológica, si además es transición justa

Artículo de Francisco Castejón publicado en la revista Berrituz, nº76.

  1. La imprescindible transición ecológica

La crisis climática que vivimos viene a dar la razón al ecologismo, que demanda desde hace décadas cambios en nuestras formas de producción, consumo, y de vida en general. Los impactos que caben esperar del cambio climático, si no disminuimos drásticamente las emisiones de gases invernadero, se encargarán de cambiar nuestras formas de vida imponiéndonos una austeridad desordenada. Así que la transición ecológica será por las buenas o por las malas.

Claro está, no todos los agentes socioeconómicos opinan igual sobre cómo debería ser esa transición, pues sus intereses son notablemente diferentes: desde quienes apuestan simplemente por cambiar las tecnologías por otras más limpias sin modificar las estructuras sociales hasta quienes impugnan radicalmente las relaciones sociales. Esto es una obviedad, pero está en el corazón de las dificultades que tenemos para avanzar. Los reducidos grupos sociales favorecidos por el statu quo no aceptarán fácilmente los cambios que puedan alterar las presentes relaciones de poder.  

Un análisis similar se puede hacer sobre las relaciones internacionales. Existen países que de ninguna manera quieren renunciar a sus niveles de consumo o que simplemente necesitan mantener este modelo energético basado sobre todo en los combustibles fósiles. 

Sin embargo, un mero cambio tecnológico no es suficiente.  Es necesaria una nueva escala social de valores que prime el cuidado del medio ambiente y la solidaridad sobre el consumo, la codicia y el poder. Probablemente lo que resulte de la transición ecológica sea una cosa intermedia entre todas las posturas, que dependerá de la capacidad que tengamos de movilizar las conciencias y de actuar.

Aunque existen numerosos elementos a reformar para alcanzar estas nuevas formas de vida, está claro que la energía juega un papel fundamental. Por un lado, las actividades relacionadas con la energía son las principales emisoras de gases de efecto invernadero, por otro lado la energía está en casi todos los procesos económicos, de consumo y de ocio. Así pues, es necesario prestar atención especialmente a la transición energética.

  1. Los cambios necesarios conllevan oportunidades

Sea cual sea el calado de la transición ecológica que finalmente se dé en España, está claro que producirá grandes cambios en nuestras formas de vida. Esta transformación representará también una serie de oportunidades, que será necesario esforzarse en aprovechar, pero no está garantizado que podamos hacerlo.

La sustitución de fuentes de energía sucias por fuentes renovables supone una oportunidad para un gran desarrollo industrial en nuevos sectores, lo que permitirá caminar hacia el necesario cambio de modelo productivo, que cree empleos de más calidad y con menos precariedad en nuestro país y que permita la aparición de nuevas empresas, más pequeñas.

Además del despliegue de renovables, es necesario desarrollar nuevas tecnologías como las relativas al almacenamiento de energía para salvar la intermitencia de estas fuentes, bien basado en baterías, en sales fundidas o en otros vectores como el hidrógeno. Igualmente será necesario desarrollar las tecnologías digitales para el control de redes de transmisión eléctrica. Todo esto requiere esfuerzos en investigación y desarrollo, lo que permitirá reforzar las investigaciones energéticas y de las tecnologías digitales con financiación procedente de estos desarrollos.

Vauban (Friburgo, Alemania). De Andrewglaser de Wikipedia en inglés, CC BY-SA 3.0.

La transformación no solo debe actuar sobre el sector de las renovables sino también en medidas de ahorro y eficiencia. En este campo la rehabilitación energética de viviendas tomará un gran protagonismo creando nuevos empleos en el sector de la construcción y manteniendo los que ya hay, muy relevantes en la economía española. 

El transporte también deberá experimentar grandes cambios. Será necesario electrificar el transporte y aumentar el uso del transporte público, incrementando así la eficiencia de la movilidad, lo que de nuevo producirá más empleos.

El urbanismo y la ordenación del territorio son dos elementos fundamentales para aumentar la eficiencia de todos los procesos productivos, sean de trabajo o de ocio. Lo importante no es solo garantizar la movilidad sostenible sino mejorar la accesibilidad a los servicios, y esta se mejora con una buena ordenación del territorio y con mejoras urbanísticas. La mejora de la accesibilidad a los servicios permitirá reducir las necesidades de movilidad, construyendo la famosa ciudad de los 15 minutos. 

La forma de generar electricidad de las renovables está basada casi siempre en elementos modulares (paneles solares, aerogeneradores, …) que no requiere mucha inversión individualmente, lo que abre la puerta a la creación de cooperativas y de comunidades energéticas, etc., creando así nuevas vías para la participación ciudadana y la democratización de la energía.   

Todas estas transformaciones traerán consigo un desarrollo económico y la generación de numerosos puestos de trabajo, como muestran numerosos informes, elaborados por diferentes instituciones, desde ONGs hasta reputadas consultoras. Estos estudios muestran a las claras una ganancia neta de empleo a pesar de las pérdidas que se producen entre los sectores productivos que se interrumpirán para prescindir de las fuentes energética no renovables. La creación de nuevos puestos de trabajo compensará con creces esta pérdida. 

El problema es que estos puestos de trabajo no se van a crear necesariamente ni en los mismos lugares ni en los mismos sectores industriales donde se han destruido. Y que las empresas impulsoras de estos proyectos no son necesariamente PYMEs, sino que pueden ser las mismas grandes eléctricas.   

  1. Pero no hay que dejar a nadie atrás

Los apoyos sociales a estos profundos y necesarios cambios dependerán de que estos no generen grandes sectores de población damnificados, debido a las modificaciones del esquema productivo, y de que no contribuyan a aumentar la desigualdad.

Los sectores productivos que desaparezcan (por ejemplo las centrales nucleares, la minería del carbón y las centrales térmicas de carbón) serán sustituidos por otros que permitan la creación de empleos y la generación de riqueza. Sin embargo, no necesariamente en los mismos lugares y sectores. La interrupción de la minería del carbón supuso un fuerte impacto para las cuencas mineras y el cierre de térmicas como la de Andorra (Teruel) dio lugar a la pérdida local de la principal actividad económica de la zona. 

Esta sustitución de unas actividades industriales o mineras por otras implica profundos cambios en la estructura productiva, lo que ha venido en calificarse en justicia como una nueva revolución industrial. 

La experiencia en nuestro país con la reconversión industrial fue traumática. Dio lugar a numerosa destrucción de empleo y zonas arruinadas, lo que despertó una gran oposición popular. Debemos extraer lecciones de aquella experiencia para que la transición energética sea una buena noticia para todos y no deje a nadie atrás. Las ayudas, la fiscalidad, las inversiones y las políticas públicas de empleo serán fundamentales. 

La formación de los trabajadores para que puedan desempeñar los nuevos empleos pasa a ser también un elemento clave. De esta forma, los damnificados por la interrupción de una u otra actividad pueden tener oportunidades para reconvertirse y conseguir nuevos empleos. 

Finalmente, hay que prestar atención al territorio. El esquema del actual modelo energético está basado en buena medida en grandes centrales con fuerte influencia sobre el territorio. Estas centrales se construyeron normalmente en zonas relativamente deprimidas y con poca población, siempre al lado de una masa de agua para refrigerarlas. Estas instalaciones introdujeron un gran cambio del modelo productivo local. Sin embargo, el modelo de crecimiento económico que propiciaron resulta frágil, pues suele tratarse de un monocultivo económico que genera puestos de trabajo en la zona, relacionados siempre con la central. El principal aumento de población y del empleo local se produjo durante la construcción de la instalación. El problema aparece cuando la actividad se interrumpe: el modelo de la gran central no ha conseguido generar una verdadera red productiva local, sino que todo depende de su explotación. Por ello su cierre conllevará una crisis en la zona, con migraciones forzosas y más población que se quedará atrás. Si bien el cierre de la instalación tendrá siempre un fuerte impacto, este puede ser más o menos grave según la diversificación de la economía local.

Para evitar este problema hay que potenciar un modelo económico local que sea capaz de mantener la riqueza de la zona. Estas acciones deberían empezarse antes del cierre de la central, de tal forma que cuando este se produzca pueda mitigarse el choque. Una vez cerrada la central, deben potenciarse las inversiones en actividades sostenibles. Suelen aparecer oportunidades relacionadas con la propia infraestructura que se cierra, pues hay conexión a la red eléctrica, terrenos disponibles y una masa de agua.

  1. Recapitulación 

La transición energética es una parte central de la transformación ecológica. Esta es imprescindible para luchar contra el cambio climático y mitigar la crisis ecológica. Esta transición conlleva una serie de importantes oportunidades que permitirían introducir cambios en el modelo productivo del país y el avance de la democracia en la economía, con la participación y corresponsabilidad en la generación de energía. El transporte, el urbanismo y la ordenación del territorio deberían también experimentar cambios para reducir el consumo de energía.

Parece imposible que la ciudadanía se oponga a estos cambios, pues tienden a generar más bienestar. Sin embargo, hay que cuidar a los damnificados por la transición ecológica. No se prestó suficiente atención a la gente que la globalización dejó atrás, y esto dio lugar a un aumento de la extrema derecha y a fenómenos como el Brexit, las movilizaciones de los chalecos amarillos en Francia o la extensión de la antipolítica en general. En el caso que nos ocupa debemos aprender de esta experiencia y cuidar el territorio y la recolocación de los trabajadores y las trabajadoras, para lo que será fundamental la formación de estos para prepararlos para los nuevos empleos.