GREEN BORDER La guerra oculta de Europa

Crítica de la película GREEN BORDER La guerra oculta de Europa

Rafael Arias Carrión Miembro de Acción en Red.

1. Antecedentes

Las imágenes cinematográficas sobre los migrantes en los últimos treinta años han variado aunque la dureza de su contenido, esencialmente, se ha mantenido. En Lamerica (Gianni Amelio, 1994), los migrantes albaneses, tras la caída del comunismo y la entrada de un salvaje capitalismo que, como una motosierra, cercenó a una parte de la sociedad y la obligó a huir, vislumbraban su esperanza en la cercana Italia. Migrantes albaneses se embarcaban apretados unos contra otros, abarrotados y hacinados pero esperanzados(1). El futuro no era ideal, pero la frontera estaba abierta. En 2002, el director británico Michael Winterbottom filmaba, cámara en mano, In This World, la odisea de dos jóvenes afganos que huyen de un país bombardeado por los Estados Unidos, en respuesta a los atentados del 11S, y que ocuparon durante 20 años para finalmente permitir a los talibanes, los mismos que gobernaban en 2002, regresar al poder, con las brutales consecuencias sobre las mujeres que ya sabíamos. Estos chicos de la película tienen como deseo llegar a Gran Bretaña y la cámara del director los acompañará, encontrando odio, cariño, comprensión y redes de ayuda a partes iguales en su travesía. El futuro no era ideal, las fronteras europeas ya no estaban abiertas, pero los agujeros para entrar eran evidentes. Las mafias ocuparon un nicho e hicieron su negocio. En 2023, la directora polaca Agnieszka Holland documentó la crisis fronteriza de 2021 entre Bielorrusia y la Unión Europea. Resumiendo, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994, utilizó a los migrantes como respuesta ante las sanciones impuestas por la UE, que no reconoció su victoria en las elecciones de 2020. Bielorrusia promovió la entrada de migrantes por Polonia, compañías aéreas del país y de otros cercanos atraían emigrantes de otros países (principalmente procedentes de Siria y Afganistán) quienes, tras pagar precios de lujo, los colocaban frente a concertinas y los hacían pasar al otro lado. Ya no estaban en Bielorrusia, ya estaban en Polonia, en la UE, frente a un inmenso bosque verde por donde es difícil orientarse.

2. La película

Hay películas necesarias y urgentes (como lo fueron las citadas Lamerica e In This World). Green Border lo es y su veterana directora Agnieszka Holland (nacida en 1948) ha demostrado una inusual capacidad para adentrarnos en lo que significa ese estado de tránsito entre países, ese vivir atemorizados, estemos en Polonia o en Bielorrusia. Para ello su directora ha utilizado un blanco y negro, que imprime a las imágenes una textura rugosa que lo acerca al documento. Pero también esa elección del blanco y negro contiene ecos del pretérito. Estoy seguro que la directora pensó en el pasado polaco durante la Segunda Guerra Mundial, y los campos de exterminio y la ocupación del país por los nazis durante dicha guerra. Los recuerdos de la misma, muchas veces provenientes de documentales, ficciones y fotografías, son en blanco y negro. Hay algo más allá de lo estético en la elección de la directora por el blanco y negro, está el interés de poner el foco en algo muy concreto. De esta forma la película es franca y directa, cristalina en su retrato y transparente en sus elecciones formales. Alejándose de las cámaras en mano, los desenfoques y un paisaje sonoro ensordecedor, Green Border es claridad conceptual. Los planos son precisos, lo que se ve y lo que no se ve no deja lugar a la duda, el ritmo, impreciso a veces, viene marcado por los capítulos en que se divide la película que llevan título propio.

Esos capítulos que dividen la película contiene los diversos espejos donde mirar(nos). Emigrantes, ejército, activistas humanitarios, son las tres caras que nos ofrece su directora. Su análisis es devastador. Green Border muestra sin tapujos lo que es “estar” en el mundo sin derechos de ningún tipo. La familia siria, compuesta por seis miembros entre adultos y niños, con familia en Suecia (es decir, con un destino claro) y la profesora afgana, con derecho a pedir asilo en Polonia, que son a quienes su directora nos acerca, sufren literalmente en sus carnes el desprecio más absoluto de unos militares (tanto bielorrusos, que maltratan, se mofan y llegan a cobrar 50 euros por una botella de agua; y los polacos que utilizan a los migrantes como sacos de boxeo, sin miramientos de ningún tipo, ni edad, ni sexo…). Y el problema de las “devoluciones en caliente”: más allá de saltarse las leyes comunitarias son el germen de la deshumanización de los encargados de hacerlo. Tal como aparecía en una magnífica película La cuestión humana, las palabras importan y cuando las neutralizamos, deshumanizamos a quienes nos dirigimos. Si los nazis hablaban de piezas o de cargas para referirse a quienes iban en camiones o trenes camino de los campos de exterminio, los soldados polacos no hablan de seres humanos o de personas para referirse a quienes traspasan una frontera en precario estado, los citan como piezas. Dejan de ser seres humanos, son piezas y podemos maltratarlas; al fin y al cabo, una pieza no sufre, no padece, la podemos zarandear, amenazar, golpear… Ese acento lo marca la directora de su país, Polonia, que en 2021, momento de los hechos mostrados, llevaba gobernada por la extrema derecha desde 2015.

Ante esos desmanes la sociedad civil, activistas de todo tipo, ven cercenadas su capacidad de ayuda, bajo el espejo con el que la clase militar los ve, considerados por estos como criminales por prestar primeros auxilios, alimento y refugio. Ayuda necesaria, pero siempre insuficiente. A veces pereciera que estuviéramos en una distopía, en un capítulo de la excepcional serie Black Mirror. Pero no, estamos ante un fehaciente retrato de la realidad actual, de los poderes políticos para deshumanizar a las personas migrantes, para invisibilizarlas, para insensibilizar a la policía de fronteras del abuso de los derechos de las personas como solicitantes de refugio y de asilo, de la utilización de dichas personas como peones de un juego político o como pelotas de ping-pong… Peones de primera, peones de tercera. Agnieszka Holland se pregunta si los migrantes que retrata su película son mejores o peores personas que los 2 millones de ucranios y ucranias que recibió Polonia con los brazos abiertos en 2022. ¿Somos iguales? Ya he escrito que Green Border es una película necesaria. Es cine doloroso e imprescindible, retrato imperecedero de una frontera y de todas las fronteras. ¿Es exportable el drama de Green Border en 2021 a la inmigración en la frontera española en Ceuta y Marruecos, como lo sucedido en 2021 o los incidentes en la valla de Melilla que causaron la muerte de 23 inmigrantes y dos policías en 2022?

3. La directora y las amenazas de la extrema derecha

A raíz del estreno de Green Border en Polonia, el gobierno de extrema derecha planificó una estrategia de acusaciones y exacerbación del odio contra la directora en plena campaña electoral, que puso en peligro la seguridad de la directora. En una excelente entrevista en el diario Público lo narra: “Ellos decidieron usar esa película y mi persona para movilizar a los votantes de derecha, y volcaron todo su odio, así que esperaba ciertas reacciones, una guerra abierta, pero no hasta el extremo de tener que ir con escolta de seguridad en mi país. Esperaba a los medios de comunicación atacándome, pero no esperaba que el presidente del país, el primer ministro, el secretario del partido gobernante y los antiguos ministros de Justicia y de Exteriores del partido gobernante lo hicieran”.

4. Zona de interés

En su estremecedora película La zona de interés el director británico Jonathan Glazer puso el acento en dónde miramos, en cual es nuestra zona de interés. En la película vemos como vive una familia nazi pegada al muro del campo de exterminio de Auschwitz, cómo ese muro les oculta la visión de lo que hay, pero también cómo los sonidos, alarmas, gritos, disparos, no asustan a dicha familia y lo único que les incomoda es ver cenizas en el río en el que se bañan. Si como espectadores no nos incomoda dicha situación, nos ubicamos en el desenfoque de la zona de interés. El público que ha visto, y que verá Green Border, ha asistido a la inclemencia de la zona de interés. Hay que mirar allí y no desviar la mirada.


(1) Una imagen idéntica a la del buque mercante Stanbrook, que llevó a cabo la última evacuación de refugiados republicanos del puerto de Alicante el 28 de marzo de 1939.

Una República democrática de trabajadores de toda clase

Fernando Cerezal.

El 14 de abril de 1931, hace 93 años (y a 150 años de la I República), se inició el proyecto reformista de la II República española: “Una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y justicia” (Artículo 1º de su Constitución). Fue un proyecto de transformación social y política frente al régimen oligárquico, clientelar y caciquil, basado en las instituciones militar y eclesiástica y sostenido por la Monarquía y la dictadura de Primo de Rivera (1923–1930).

El cambio de régimen fue pacífico, a pesar de los mitos generados por las fuerzas reaccionarias, preocupadas por las reformas democráticas y de progreso que se avanzaban: una Constitución democrática, la separación Iglesia–Estado (con libertad de cultos), derechos de matrimonio civil, divorcio y aborto, así como elecciones libres y el voto de las mujeres. Muy destacables fueron la Reforma Agraria, la expropiación de los latifundios sin cultivar, jornada de 8 horas y salario mínimo, así como importantes avances en la Educación y la Sanidad Públicas y en las ciencias, así como la importante reorganización del Ejército.

El abismo entre diversos mundos antagónicos –Iglesia y Estado, patrones y trabajadores, educación pública y religiosa, orden y progreso…– provocó enormes dificultades a la República, especialmente en el segundo bienio y como acoso y derribo en 1936; en un contexto europeo, además, en el que varias democracias sucumbieron ante los regímenes fascistas o autoritarios En esta última etapa “el dinero y el púlpito obraron milagros: el primero sirvió para financiar, entre otras cosas, una influyente red de prensa; desde el segundo, el clero se encargó de unir, más que nunca, la defensa de la religión con la del orden y la propiedad” (J. Casanova). El golpe de Estado, la guerra civil y la represión del régimen franquista supusieron un enorme retroceso a la sociedad española.

La reflexión sobre la II República, la guerra civil y el franquismo sigue teniendo validez a pesar de que hayan pasado 85 años de su eliminación por el golpe militar y la dictadura franquista finalizara en 1977. Hay varias razones importantes para esto: por un lado, la necesidad de contrarrestar la nueva corriente de revisión histórica que quiere seguir falseando y tergiversando la realidad de ese período tan importante y trágico de nuestra historia; revisionismo con la pretensión de deslegitimar la República para legitimar el golpe militar y la dictadura.

Dibujo realizado por un niño de la Guerra Civil Española.

Por otro lado, complementando ese revisionismo, la reflexión también es importante por las políticas marcadas por la extrema derecha y aceptadas por la derecha extrema de retroceso en cuanto a la memoria democrática y la valoración positiva que vienen realizando respecto a la dictadura. Esta política tiene actualmente su concreción en la eliminación de las leyes autonómicas de memoria democrática (Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla y León) por otras de “concordia”, apelando a la igualdad de todas las víctimas sin considerar que las víctimas de los vencedores tuvieron todas ellas su reconocimiento y reparación(1); sin embargo, falta la justicia y la reparación de las decenas de miles de asesinados y represaliados que aún no han sido reconocidos ni tampoco exhumados de las cunetas. España no necesita concordia, sino memoria, verdad, justicia y reparación1. Los que hablan de concordia ahora son los que siguen considerando que la República fue un error gigantesco, el franquismo el mejor período político del s. XX, los que justifican de una u otra manera el golpe de Estado del 1936.

El golpe militar tenía claro el establecimiento de una dictadura militar desde antes de iniciarse. Franco recogía la idea del general Mola cuando decía que la reconstrucción de España “hemos de iniciarla exclusivamente los militares: nos corresponde por derecho propio”(2)


(1). “No hay concordia sin memoria”. Declaración de historiadores de Castilla y León. Ver en https://conversacionsobrehistoria.info/2024/04/03/no-hay-concordia-sin-memoria-declaracion-de-historiadores-de-castilla-y-leon

(2). Cit. Fontana, J. (1986) España bajo el franquismo. Barcelona, Crítica

 

Algunos mitos y falsedades sobre la República y el golpe de Estado(3)

Me centro en estos tres:

– el golpe militar lo presentaban (y presentan algunos sectores de la extrema derecha) como una hazaña heroica de lucha por la Patria frente a la Clase; como decía Pemán, “las masas son cortas de vista y sólo perciben los colores crudos: negro y rojo”(4); una hazaña en línea con otras ampliamente ensalzadas: Pelayo, el Cid, los Reyes Católicos…, que tanta actualidad tienen para esos sectores;

– “una Cruzada contra el comunismo, para salvar la religión, la patria y la familia” (obispo Pla y Deniel, septiembre de 1936),(5); una lucha de “España y la anti–España, la religión y el ateísmo, la civilización cristiana y la barbarie”, como informaba al futuro papa Pacelli el cardenal primado de la Iglesia en España(6);

– una “Guerra de Liberación” contra el comunismo, lo que en realidad era una respuesta de la oligarquía, los monárquicos y las derechas contra la transformación reformista de la República. La realidad era que las Cortes tuvieron una enorme presencia de socialistas (115 diputados, sobre todo de las zonas del sur latifundista) y de republicanos,; las derechas no republicanas solo 50 diputados, pero muy identificados con el latifundismo, la religión y el orden. Y tres mujeres, Clara Campoamor, Margarita Nelken y Victoria Kent, con una gran influencia en los debates sobre el voto a las mujeres.. El Partido Comunista sólo consiguió 17 diputados. Para los golpistas y fascistas la guerra española tuvo una perspectiva marcada por la guerra colonial en Marruecos.

Dictadura y represión

La defensa de los intereses de las clases reaccionarias frente a las reformas de la República y apoyadas en los mitos que generaron fueron el móvil del golpe de Estado, la guerra y la brutal represión durante la guerra y los 40 años posteriores; guerra que algunos historiadores consideran que duró hasta 1948 por toda la carga represiva contra los “desafectos” a la dictadura. Es necesario recordar los datos de muertos y asesinados que indiscutiblemente hay que adjudicar al golpe de Estado y la represión franquista(7):

1) los muertos en combate: entre 150.000 y 200.000, de los que tres quintas partes eran del campo republicano;

2) 155.000 asesinados en la retaguardia, cien mil en la zona franquista y 50.000 en la zona republicana, a los que se suman los más de 30.000 asesinados en la posguerra franquista;

3) en torno a 346.000/380.000 muertes por sobre mortalidad en el trienio de la guerra y respecto al periodo anterior, por enfermedades, hambrunas…;

Mujeres rapadas por los fascistas en la Guerra Civil Españolapecto al período anterior, por enfermedades, hambrunas…;

4) podemos considerar que unas 700.000 personas murieron por el golpe militar y la dictadura;

5) hay que destacar, pues se ha olvidado y muchas veces ocultado, cómo se cebó la dictadura contra las mujeres, por lo que podemos hablar de las “manadas de Franco” que provocaron asesinatos, violaciones, robos de bebés y propiedades, estigmatización…, lo que significaba una revictimización de las mujeres(8);

 

 

6) los miles de presos políticos en cárceles y campos de concentración, obligados para trabajos de encumbramiento del régimen franquista;

7) Moradiellos contempla, además, el descenso de la natalidad con una estimación de medio millón de niñas y niños “no nacidos” durante la guerra; el enorme número de exiliados (unos 734.000 de manera temporal y unos 250.000 de forma permanente), así como los más de 30.000 niñas y niños expatriados acogidos en diversos países.

Todo esto anula los mitos “fundacionales” del golpe de Estado y de la dictadura franquista y deja claro que los intereses de las clases oligárquicas y el fascismo fueron acabar con las reformas y el progreso de la democracia republicana.

Cuando acabó la guerra no llegó la paz, llegó la victoria con sus manadas y su represión criminal.


(3) Véase “Diez falsos mitos sobre la dictadura franquista”. (2013) Fco. Sánchez Pérez (ed.), Crítica 2013.

(4) Cit. Moradiellos, E. (2016). La Guerra Civil española. Madrid, Turner, p. 22.

(5) Fontana, J. p. 14

(6) Cit. Moradiellos, op. cit., pág. 23.

(7) Véase Moradiellos, op. cit., p. 275–276.

(8) Véase Martín–Consuefra Martín–Fontecha, M. Dolores. (2021). Las manadas de Franco: memorias sobre la feminización de la represión franquista. En Sufrimiento social y condición de víctima: retos sociales, políticos y éticos. J.A. Zamora (ed.). Antrhopos.

 

Selección de algunos libros, artículos y vídeos sobre la II República y el franquismo

Libros:

La Segunda República: de la fiesta popular al golpe de Estado. Julián Casanova

Violadas, rapadas, asesinadas: la represión a las mujeres durante el franquismo. Natalia Junquera

España bajo el franquismo. Josep Fontana (Crítica, 1986)

La Guerra Civil española. Enrique Moradiellos (Turner, 2016)

El éxodo de Málaga a Almería. María Jesús Orbegozo (El Mono Libre, 2024)

Arquitectos del terror. Franco y los artífices del odio. Paul Preston (Debolsillo, 2023)

El holocausto español. Paul Preston (Debolsillo, 2023)

El abismo del olvido. Paco Roca y Rodrigo Terrasa

La Naturaleza del franquismo. Sergio Vilar (Península, 1977)

Artículos:

«Mitos y verdades de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco.» Julián Casanova

«Violadas, rapadas, asesinadas: la represión a las mujeres durante el franquismo.» Natalia Junquera

«Dignidad y libertad para las mujeres.» Ximo Estal Lizondo

«La guerra civil española (1932–1952): una reinterpretación.» Jorge Marco

«Las manadas de Franco: memorias sobre la feminización de la represión franquista. En Sufrimiento social y condición de víctima: retos sociales, políticos y éticos. Represion contra las mujeres en la guerra civil y dictadura»

«Memoria democrática: 15 catedráticos depurados.» Juan Moreno Preciado

«Diez falsos mitos sobre la dictadura franquista.» Fco. Sánchez Pérez (ed.), Crítica 2013

«La Guerra Civil, vista a través de los dibujos de los niños que la sufrieron.» Pablo Cantó

«El patronato de la mujer.» María Palau

Videos:

Pasado incómodo e infame: la represión en la dictadura de Franco. Julián Casanova (vídeo)

La Segunda República. Julián Casanova (video)

La guerra dibujada. Xavier Cortés y Amanda Gascó,

Levántate el mandil. María Dolores Martín Consuegra Martín–Fontecha y Almudena Sánchez–Rey López

Tierra de España (Spanish Earth, 1937). Joris Ivens

Pelonas. Laly Zambrano y Ramón de Fontecha

Museo Virtual de la Guerra Civil española

Centro para la Investigación y la Memoria de los Crímenes de Género: Mujeres, Memoria y

Justicia

Rejas en la memoria. Manuel Palacios (dir., vídeo)

Pantalones a la luna. Paula García–Pozuelo (dir.; documental histórico sobre la “Desbandá”)

Festival Internacional de cine El ojO cojo 2023 en Lá Bóveda

Durante cuatro sesiones, cada viernes del mes de noviembre, a las 19 horas, La Bóveda de Acción en Red Madrid fue una de las sedes de la decimonovena edición del Festival Internacional de cine el ojO cojo. Se proyectaron once películas pertenecientes a las tres secciones que ofrecía el Festival (Muestra paralela, Documental, Cortometraje).

Según aparece en la web del festival, sus integrantes son “una organización joven y sin fines de lucro que busca construir espacios de integración cultural con un enfoque de género, basados en el conocimiento de la realidad y la participación activa en la sociedad.

Nuestra estructura organizativa se basa en la articulación dinámica de saberes técnicos, profesionales y artísticos para la creación de programas que aborden la complejidad de la realidad contemporánea.

Como reflejo de nuestra propia diversidad, mantenemos una postura ética de profundo respeto hacia la diversidad sociocultural. A partir de esta perspectiva, hemos desarrollado una metodología que se centra en el reconocimiento de las potencialidades de las personas como base para la transformación social y la mejora de la calidad de vida. Nuestro compromiso es trabajar en pos de la diversidad, la convivencia cultural y la equidad de género en nuestras comunidades, utilizando la creatividad y el trabajo en equipo como herramientas fundamentales. Para llevar a cabo estos postulados, nuestro trabajo se enfoca prin

cipalmente en los contextos comunitarios locales.

Nuestro equipo está formado por un colectivo multicultural de profesionales de diferentes disciplinas artísticas, sociales y técnicas, así como por el aporte constante de voluntarios. Trabajamos tanto en los ayuntamientos de Madrid como en espacios culturales de toda España. Estamos abiertos a colaboraciones y alianzas que nos permitan seguir creciendo y expandiendo nuestra labor en todo el territorio español. ¡Únete a nosotros y ayúdanos a construir un mundo más justo y diverso!”.

En La Bóveda nos reunimos en cada sesión para disfrutar y debatir sobre cada una de las piezas que se proyectaron. Realizamos a continuación una breve semblanza de lo que nos parecieron las películas proyectadas.

Primera sesión: Viernes 3 noviembre, 19h.

• AÚN QUEDA POLVO BAJO EL CONGO, de R. Ruvens, (España, 6 min)

Los niños soldado y el periodismo son el eje de este cortometraje, que muestra la debilidad profesional del periodismo de guerra, y el cansancio de sus protagonistas (muchos conflictos bélicos y mucho tiempo fuera de la familia). Enfrente, mirando, está el niño que nada tiene, el que tiene miedo, el que juega con una cámara fotográfica, con un arma… Es el Congo, pudieran ser muchos otros países.

• BABEL, de Alejandro San Martín (España, 9 min)

Esta pequeña pieza muestra a varias personas, con un comportamiento normal, que no son conscientes de que su habla, su forma de expresarse, la construcción de las oraciones que verbalizan, son dislates. Algún tipo de afasia (posiblemente afasia de Wernicke) es la que recorre este cortometraje. Son excluidos, son est

udiados… De fondo, resuena un eco más profundo: la dificultad que tenemos para expresarnos correctamente, la incapacidad que tenemos para escuchar con atención.

• EL TREN Y LA PENINSULA, de Sky Richards, Andreas Kruger Foncerrada (México, 93 min)

Hermoso largometraje documental que indaga en lo bueno y lo malo del tren maya (proyecto en fase de finalización, que atravesará cinco estados: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo), impulsado por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Numerosas personas recuerdan los nefastos antecedentes del ferrocarril como instrumento de beneficio para unos pocos latifundistas a través de la industria henequenera, mientras la gran masa de población, principalmente mayas, se quedaron al margen de los beneficios y con daños ambientales profundos. Estos recuerdos y la explotación turística de zonas cercanas, como Cancún, producen dudas, miedos y preocupación de

muchas de las personas que hablan a cámara, mientras la naturaleza ha devorado las vías del antiguo tren. Las esperanzas depositadas en este tren son pocas, a pesar de que, en principio, la fabricación del mismo es estatal, apoyado por el impuesto al turismo recaudado en Yucatán y que ofrecerá tres tipos de servicios: tren de pasajeros (con una tarifa módica), turístico (con una tarifa más lata) y de carga.

Se agradecen los numerosos testimonios que desfilan por le largometraje, sus sinceras preocupaciones y esa sensación de que, al final, nada habrá para ellos. Veremos que pasa. La inauguración del primer tramo: 15 de diciembre de 2023.

Segunda sesión. Viernes 10 noviembre, 19 h.

• LA ÚLTIMA PROYECCIÓN, de Isaac Cañizares (España, 12 min)

Este es un cortometraje, que por razones puramente sentimentales a mí me ha emocionado. Está dedicado al cine Pisa, un cine de barrio, el de San Ildefonso, en Cornellà de Llobregat, que abrió sus puertas en 1967 para cerrarlas en 2012. En la desaparición de los cines de barrio está el inicio de la concentración de cines en multisalas, y el consumo de cine frente a la recreación en el “experiencia de ir al cine” y de cómo esa experiencia nos hace cambiar como personas. En Madrid, no hace falta sentir nostalgia cuando recorremos la Gran Vía y ya apenas quedan tres cines. Pero en

los barrios, los cines de sesión continua igualmente desaparecieron, muchos de ellos a fines del siglo pasado.

La última proyección, en sus 12 minutos de duración, se toma su tiempo para hacernos sentir la emoción del aventura del cine, de la fantasía y del crecimiento personal a través de un adolescente que va con frecuencia a su cine de barrio. En este caso a ver la última de Batman, El caballero oscuro (2008), pero la semana que viene será otra y ahí estará el protagonista. Es, sobre todo, muy hermoso como acto casi contracultural, el de ir al cine, ese proceso en el que pensábamos la película que deseábamos ver, nos preparábamos, salíamos de casa para dejarnos embargar por la magia de la sala oscura. Decidíamos nosotros qué ver, y eso parece en desuso. Ahora, con frecuencia vamos a un centro comercial y, de paso, entramos a una sala de cine para matar el rato.

• GOLDEBER REITER / EL JINETE DORADO, de Konrad Schiaich (Alemania, 20 min)

Realmente resulta aterrador cómo los enfermos mentales han sido tratadas como delincuentes. En esta pieza, un enfermo mental, después de muchos años encarcelado va a ser examinado para una posible libertad. Lo asfixiante en el aspecto formal es el uso del scope que unifica a los muchos prisioneros, todos sentados,

y deja fuera a sus cuidadores y carceleros, que al estar de pie aparecen guillotinados, despersonalizados. Angustia no ver a los guardianes y genera un malestar continuo, una desconfianza institucional. Y, como no, es aterrador que se trate a enfermeos mentales como delincuentes…

• KAMBANA, de Samuel Pastor (España, 15 min)

Se desarrolla en Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo. Una de sus etnias, la Amtambahoaka, de apenas 50.000 miembros, mantiene un tabú desde hace medio milenio: la creencia de que los gemelos son portadores de m

alos augurios. El documental se centra en una mujer que decidió cuidar de sus hijos gemelos y del coste que supone vivir con el estigma, y también en dos adultos gemelos que decidieron crear una casa de acogida de gemelos abandonados. Es un trabajo emotivo, que despierta conciencias, sobre las numerosas y extrañas discriminaciones. Tiene el valor del documento, el valor de encontrar la forma de criticar una infausta tradición, pero a la vez, rodearla de enorme esperanza. Despierta en nosotros, como mínimo, el conocimiento.

Tercera sesión. Viernes 17 noviembre, 19 h.

REGALO, de Nuchiro Nakada (Japón, 20 min)

La confluencia en este cortometraje japonés entre dos culturas diferentes resulta armoniosa y simpática, como suele suceder en cierta cinematográfica japonesa. La relación entre un niño japonés y un refugiado sirio, repartidor de comida en bicicleta, tiene ese punto de arranque a partir del robo de la bicicleta al trabajador y la breve relación con un niño que dice que le va a llevar al lugar donde está su instrumento laboral. No hay intención de profundizar en el drama que supone la pérdida de la bicicleta para el refugiado -no estamos en el drama de Ladrón de bicicletas de Vittorio de Sica (1948), sino en la afección de El verano de Kikujiro de Takeshi Kitano, (1999)- y bajo ese punto de vista se ve con agrado y simpatía.

AJENOS A LA PAZ, de Laura Bibibana, Angel Rengifo, Noah David DeBonis (86 min)

El 23 de junio de 2016, después de casi cuatro años de diálogos entre el Gobierno colombiano y las FARCEP desarrollados en La Habana (Cuba), se declaró el cese temporal pero indefinido de las acciones militares de ambos bandos además de la desmovilización, entrega de armas y reinserción a la vida civil de los militantes del grupo subversivo. En 2018, fue elegido presidente Iván Duque, quien se desligó en muchos aspectos de los acuerdos de su predecesor Juan Manuel Santos.

Estos breves apuntes permiten contextualizar las vidas de tres ex guerrilleros y las dificultades de integración en una sociedad que los ve con recelo. Alexandra, la mujer indígena que anhela reconectarse con la familia y la tribu que dejó atrás como una niña soldado; Dayana, la vendedora del mercado que navega por los estigmas de su pasado guerrillero y su nueva identidad como mujer transgénero; y Ricardo, el empleado del gobierno que conserva secretamente su ideología comunista. Los resultados de la política represiva de Duque tiene sus consecuencias palpables en las tres personas, especialmente en la más vulnerable, Dayana.

En sus rostros está la diversidad de Colombia, y en sus responsables, la necesidad de hacerlo más amigable. No hace falta viajar muy lejos para conocer dichos mimbres.

Cuarta sesión. Viernes 24 noviembre, 19 h.

LA MECHA, Nicholas Hooper (Chile, 14 min)

Según la ONG Global Witness, entre 2012 y 2022 fueron asesinadas 1.919 personas dedicadas a la defensa de la tierra y el medioambiente. Cerca del 90% de dichos crímenes sucedieron en América Latina, siendo Brasil, México y Honduras los países más inseguros para las ambientalistas en estos diez años. Por poner un ejemplo conocido en España, el asesinato de la ambientalista hondureña Berta Cáceres en 2016, que da nombre a uno de los Espacios de Igualdad de Madrid (y muchos otros espacios y calles en otras ciudades).

La Mecha es un cortometraje chileno que indaga en el hostigamiento a las medioambientalistas. Aún no siendo de los países con mayores crímenes de este tipo, Chile no se queda a la cola. Macarena Valdés, Alejandro Castro y Javiera Rojas son tres ambientalistas que fueron encontrados muertos en extrañas condiciones, sin que haya culpables. Lo muestra este cortometraje a través del fallecimiento de su protagonista y, cómo se aparece y/o hace compañía a su hijo adolescente, en el proceso de toma de conciencia.

La Mecha incluye un notable uso de la rotoscopia, técnica por la cual se filma la película con actores reales para luego, mediante un programa informático, dibujarlos, creando una extraña simbiosis entre dibujo e imagen. El resultado que me produce aquí es un distanciamiento brechtiano, la sensación de frialdad en el relato, el añadido de una capa de extrañeza a la atmósfera que abriga al personaje de la activista fallecida.

Ayuda también en la sensación de frialdad el hecho de que el cortometraje hubo de ser filmado durante la pandemia, con restricciones severas. Se tuvo que filmar a los actores separados, y esa separación, en mi opinión, ayuda a crear ese clima de distanciamiento.

NONNA, Paco Sepúlveda (España, 20′)

En Nonna hay mucha planificación antes de ponerse a filmar. Siguiendo el canon no reglado por el cual un cortometraje de ficción debe de plantear una situación y tener un giro dramático que retuerza la narración, el giro dramático es un asombroso plano fijo de siete minutos de duración, en el cual acompañamos la angustia de la protagonista, sin ver lo sucedido, pero deduciendo, haciendo jugar a nuestra mente a través de los sentidos. Esos siete minutos, a mi parecer, son la perfecta conjunción-empatía-angustia entre protagonista y público. El director asume muchos riesgos cuando decide no acortar el plano. Haberlo hecho hubiera sido anestesiar al espectador y espectadora, hacerlo así supone una lección de puesta en escena y un plano con enorme profundidad ética.

Además el cortometraje muestra las fragilidad y la soledad que tienen las personas mayores (excelente la interpretación de Teresa del Olmo) en su día a día (más allá de que el cortometraje, bien resuelto, se desarrolle durante el confinamiento en España), la necesidad de los cuidados, las interminables jornadas laborales de la hija, la despreocupación de la nieta… A partir de una experiencia real, relatada por Isabel Genís, guionista de la película y que interpreta a la nieta, se convierte en una ficción de género, para finalizar con un plano para nada desasosegante. Un gran cortometraje.

LAS VENCIDAS Y NO DERROTADAS, Mau Cardoso (España, 53 min)

Las vencidas y no derrotadas es un documental que denuncia la violencia contra las mujeres en España antes, durante la guerra civil y la dictadura franquista. A través de un recorrido extenso en el tiempo, se muestran a numerosas mujeres que relatan, la pérdida de muchas libertades que tuvieron las mujeres, años de marginación, de invisibilización.

A través de una serie de capítulos (Guerra civil y represión; Persecución y exilio; Posguerra y exilio; Educación y trabajo; Iglesia y bebés robados; Oposición a la dictadura; Verdad, justicia y reparación) que cada uno de ellos merecería un documental, se explica, desde el testimonio único de las mujeres, lo que supuso para ellas este desgraciado periodo.

Las fosas de mujeres en San Telmo, la desbandá, la desaparición de bebés, la doble discriminación que sufrían las mujeres gitanas, son algunos de los temas que puntúan este trabajo, que invita a un emotivo coloquio y un enorme aprendizaje ara defender ahora, más que nunca, que la dictadura franquista fue, sin matiz alguno, un periodo terrorífico.

Rafael Arias Carrión

Los animales sujetos de derechos

La afirmación que se deduce del título de este artículo es fruto de mi relación con un gato este verano en Ibahernando (Cáceres). Además, es un debate recurrente y con él todas mis ideas no compartidas por algún compañero en mi colectivo de Acción en Red de Madrid, que creo que piensa que sólo se puede ser sujeto de derecho si se puede exigir el cumplimiento del mismo; yo por el contrario considero que puede ser exigido por alguien distinto al sujeto de derecho si éste no puede plantearse pedirlo, por tener insuficiente capacidad.

Los animales, incluidos los seres humanos, tenemos una inteligencia y una autoconciencia analógicas y no digitales. Me explico, un gradiente analógico continuo frente a las dos alternativas que supone lo digital: o uno o cero, o blanco o negro. Por el contrario a la visión digital, la visión analógica supone que cada individuo se sitúe en un punto determinado de los muchos continuos en la curva o la recta que define la inteligencia.

Dentro de esa línea nos podemos remitir al símil de un lugar en la escala ascendente de complejidad de la vida inteligente que hace el norteamericano Daniel Dennet. Este define dentro de él la diferente situación de cada organismo vivo respecto a la inteligencia y plasticidad para tomar decisiones: desde criaturas darvinianas (su comportamiento está determinado sólo por la codificación genética y por tanto no tienen ningún tipo de posibilidad optativa a la hora de enfrentarse a un problema), criaturas skinnerianas (que además de la información genética, aprenden de su experiencia), criaturas popperianas (que son las que además de tener las dos propiedades anteriores pueden hacer hipótesis de experimentación imaginativa); y por último las criaturas gregorianas (que a la hora de tomar una opción tienen en cuenta las enseñanzas de la tradición colectiva de su especie).A mi esta hipótesis me sirve para revindicar el papel de la cultura frente al del determinismo genético y decir que las mejores herramientas biológicas son las mentales. No es lo mismo la vida de una acelga que la de una pulga, la de una mosca del vinagre que la de un gato, ni la de un perro que la de un niño pequeño o un orangután. Todas están sujetas a una línea de vida analógica. “Según Dennett sólo los invertebrados, y quizás no todos, podrían ser criaturas puramente skinnerianas. Los vertebrados son todos, sin excepciones, al menos criaturas popperianas”.

Proximidad

©Lúa Ramé

Respecto al valor de la vida, hay al menos dos posicionamientos diferentes: La biologicista, asignándole a todo tipo de vida un mismo valor, absoluto, o (biologicismo fuerte) o con gradiente, (biologicismo débil). Esto se defiende desde alguna persona ecologista o desde posiciones religiosas como el jainismo hindú. Por el contrario, algunos tenemos una visión antropocentrista, al pensar que sólo podemos mirar al mundo desde el lugar biológico que ocupamos. En mi caso, ese antropocentrismo es débil, pues aunque valoro toda la vida lo hago más o menos por su proximidad a la especie humana, que es la mía.

Por supuesto, entre unas especies y otras hay enormes saltos en lo  que respecta a la complejidad de la vida y, desde mi visión de especie, de valor concedido a cada forma de vida.

Si nos fijamos en otras especies hominoideas: chimpancés; bonobos; gorilas de montaña; gorilas de llanura y las tres clases de orangutanes, nos vemos obligados a ver en todos ellos características como: alta inteligencia o autoconciencia (si aceptamos el reconocimiento ante un espejo y sistemas de comunicación como prueba). Estas cualidades se han comprobado en laboratorios; en un grado no inferior al que tienen niños humanos o personas con disminuición psíquica no profunda. ©Lúa Ramé

Hay estudiosos que llaman a éstos “póngidos” y a mí me gusta hacerlo con la palabra cuasipersona. En base a sus capacidades, merecen ser tratados con respeto.

Son sobradamente conocidos los casos de grandes simios que se comunican con sus cuidadores en laboratorios. Para hacerlo, y dado que ninguna otra especie de homínido, salvo la nuestra, posee un sistema fonador que permita articular palabras, se ha usado el lenguaje de los signos. Menciono el caso de la difunta chimpancé Whasoe, la igualmente difunta gorila Koko, famosa por el selfie que se hizo frente a un espejo y que fue portada de National Geographic, o el del recientemente fallecido orangután Chantek. Koko conocía y usaba, más de 1000 signos, creando con ellos frases nuevas y haciendo sesudas reflexiones. Muchos humanos, por desgracia actualmente, usan menos palabras de las que conocía Koko. Whasoe disfrutaba del tiempo libre y Chantek demostró que sonreía.
Decía Charles Darwin en el origen del hombre que “cualquier animal, dotado con instintos sociales bien marcados, incluidos aquí los afectos paternales y filiales, adquirirá inevitablemente un sentido o consciencia moral, tan pronto como sus poderes intelectuales se hayan desarrollado tan bien o casi tan bien como lo están en el hombre. Eso pasa con los grandes simios. Quizá debamos reconocer sentimientos morales en estos animales.

Hay quien considera que la habilidad de comunicación  de estos homos, procede de un eslabón evolutivo común entre los seres humanos, gorilas y chimpancés: el chimpanzee–human last common ancestor, CHLCA por sus siglas en inglés, hace entre 6 y 9 millones de años. Sea como sea, la posibilidad de comunicación entre distintas especies de homínidos es un hecho.

La vida y el sufrimiento

©Lúa Ramé

La vida puede ser más o menos compleja, desde la que tiene una célula procariota (sin núcleo) hasta la de un ser humano, entre medias señalo la de una acelga o la de un gato ¿Debemos defender toda vida con igual intensidad? o ¿una con más intensidad que otra en base a algún criterio?

Por suerte o por desgracia, la vida compleja, como es la del ser humano, necesita depredar otras vidas para seguir existiendo. Por eso rechazo la posición del biologicismo fuerte de respetar todo tipo de vida.

El veganismo se basa en no generar sufrimiento. Entiende que todo ser con sistema nervioso tiene la capacidad de sufrir, pero no sé si esto es un axioma o algo no totalmente demostrado.

Podemos no comer ni carne ni pescado, pero no podemos dejar de depredar vida (vegetal al menos) para mantener la nuestra. Otra cosa es causar sufrimiento a sabiendas.

Los humanos somos un sistema cerrado que necesita entrada de vida en él para mantenerse.

Derecho convencional y derecho inherente

Hay quien opina que los seres humanos, per se, tienen una serie de derechos inalienables independientemente de que se respeten o no.

Otros sostenemos que todos los derechos son fruto de un contrato social entre personas; lo que conlleva que puedan existir, o no. No son inalienables, aunque son muy convenientes y señalan un alto grado de civilización Su existencia depende del grado de desarrollo de la sociedad, entre otros factores.

Si los derechos son fruto de acuerdos, como sostengo yo, las cuasipersonas no pueden exigir su cumplimiento, pero otros animales podemos tutelarlos y pedir que se cumplan por ellas.

Juan Cordero