El 23J nos jugamos mucho en la nueva cita electoral que nos espera. No hay más que ver los efectos de las elecciones locales del 28M, con la irrupción de la extrema derecha en las Instituciones y la aplicación de su ideología y de su programa.

Los resultados de estas elecciones locales, han mostrado, a las claras, lo que podría pasar a nivel estatal si ganara el bloque de derechas: tendríamos una coalición PP-VOX en el gobierno y el país retrocedería décadas en derechos conquistados, en libertades y en avances sociales.

Durante esta legislatura se han aprobado leyes muy necesarias y progresistas como la ley de regulación de la eutanasia, la ley de derechos sexuales y reproductivos y de interrupción voluntaria de embarazo, la ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, …

Si bien todo es mejorable, hay que reconocerle al Gobierno de coalición PSOE-UP algunos avances importantes en materia laboral, económica, social y medioambiental.

Los temas laborales son, seguramente,  las medidas estrella de este gobierno. Ha habido una contribución nada desdeñable a la mejora de la vida de las clases trabajadoras: aumento del salario mínimo, introducción de los ERTE (para que no se despidan trabajadores durante épocas de crisis, como la pandemia, la reforma laboral, … ) Pero no son los únicos avances de este gobierno: la igualdad de derechos ha ido abriéndose paso y cada vez se reconocen más libertades; los avances en fiscalidad a las eléctricas y grandes empresas; el despliegue de renovables que significa una apuesta por la transición energética; la excepción ibérica para limitar la escalada de precios de la electricidad, …

Es necesario seguir prestando atención a los más desfavorecidos para mejorar su calidad de vida. Especialmente a las personas excluidas o en riesgo de exclusión

Hemos conseguido avances; pero queda mucho por hacer:

  • Que la educación sea pública, laica y de calidad. La educación pública debe ser un ascensor social que permita la igualdad de oportunidades entre todas las personas.
  • Que tengamos una sanidad pública de calidad, que garantice el derecho universal a la mejor atención sanitaria y que trate bien a los sufridos profesionales de la salud.
  • Que decrezca la desigualdad de rentas y que no haya tanta diferencia entre salarios altos y bajos; que se paguen pensiones dignas que permitan vivir bien a nuestros mayores, que se han sacrificado por nosotros; que se atienda a las personas a las que la vida les ha jugado una mala pasada y se encuentran en situación de exclusión social.
  • No podemos vivir por encima de las posibilidades que el planeta nos permite. Tenemos que reducir el consumo y fomentar los valores de austeridad y respeto por el medio. Para conseguirlo hay que cambiar el esquema de valores de la sociedad y acometer profundos cambios culturales, de los sistemas de producción de bienes y de abastecimiento energético. Solo así conseguiremos vencer la amenaza del cambio climático.

Pero, además de los avances, nos jugamos un modelo de país.

Queremos un país donde se respeten las libertades, los derechos de los diferentes, la diversidad de expresión de género y de opción sexual. Un país inclusivo, donde los conflictos se resuelvan pacífica y democráticamente. Un país que cuide el medio ambiente y luche contra el cambio climático y que cuide a los animales. Donde se garantice la educación y sanidad gratuitas, universales y de calidad. Donde se trabaje por reducir la desigualdad y la exclusión.

Queremos seguir avanzando y no volver a un país del NODO, en blanco y negro, donde no se respete el derecho a vivir y amar como cada cual quiera. Queremos un país donde haya más amor  y escucha que odio. Donde se tenga en cuenta el cuidado del medio ambiente, que  es el  planeta donde vivimos.  Donde no se confunda la mentira con la información.

No queremos, en fin, un país  donde la extrema derecha nos marque el paso a todas y todos (CASI EN SENTIDO LITERAL).