Oportunidades de la Transición Ecológica, si además es transición justa

Artículo de Francisco Castejón publicado en la revista Berrituz, nº76.

  1. La imprescindible transición ecológica

La crisis climática que vivimos viene a dar la razón al ecologismo, que demanda desde hace décadas cambios en nuestras formas de producción, consumo, y de vida en general. Los impactos que caben esperar del cambio climático, si no disminuimos drásticamente las emisiones de gases invernadero, se encargarán de cambiar nuestras formas de vida imponiéndonos una austeridad desordenada. Así que la transición ecológica será por las buenas o por las malas.

Claro está, no todos los agentes socioeconómicos opinan igual sobre cómo debería ser esa transición, pues sus intereses son notablemente diferentes: desde quienes apuestan simplemente por cambiar las tecnologías por otras más limpias sin modificar las estructuras sociales hasta quienes impugnan radicalmente las relaciones sociales. Esto es una obviedad, pero está en el corazón de las dificultades que tenemos para avanzar. Los reducidos grupos sociales favorecidos por el statu quo no aceptarán fácilmente los cambios que puedan alterar las presentes relaciones de poder.  

Un análisis similar se puede hacer sobre las relaciones internacionales. Existen países que de ninguna manera quieren renunciar a sus niveles de consumo o que simplemente necesitan mantener este modelo energético basado sobre todo en los combustibles fósiles. 

Sin embargo, un mero cambio tecnológico no es suficiente.  Es necesaria una nueva escala social de valores que prime el cuidado del medio ambiente y la solidaridad sobre el consumo, la codicia y el poder. Probablemente lo que resulte de la transición ecológica sea una cosa intermedia entre todas las posturas, que dependerá de la capacidad que tengamos de movilizar las conciencias y de actuar.

Aunque existen numerosos elementos a reformar para alcanzar estas nuevas formas de vida, está claro que la energía juega un papel fundamental. Por un lado, las actividades relacionadas con la energía son las principales emisoras de gases de efecto invernadero, por otro lado la energía está en casi todos los procesos económicos, de consumo y de ocio. Así pues, es necesario prestar atención especialmente a la transición energética.

  1. Los cambios necesarios conllevan oportunidades

Sea cual sea el calado de la transición ecológica que finalmente se dé en España, está claro que producirá grandes cambios en nuestras formas de vida. Esta transformación representará también una serie de oportunidades, que será necesario esforzarse en aprovechar, pero no está garantizado que podamos hacerlo.

La sustitución de fuentes de energía sucias por fuentes renovables supone una oportunidad para un gran desarrollo industrial en nuevos sectores, lo que permitirá caminar hacia el necesario cambio de modelo productivo, que cree empleos de más calidad y con menos precariedad en nuestro país y que permita la aparición de nuevas empresas, más pequeñas.

Además del despliegue de renovables, es necesario desarrollar nuevas tecnologías como las relativas al almacenamiento de energía para salvar la intermitencia de estas fuentes, bien basado en baterías, en sales fundidas o en otros vectores como el hidrógeno. Igualmente será necesario desarrollar las tecnologías digitales para el control de redes de transmisión eléctrica. Todo esto requiere esfuerzos en investigación y desarrollo, lo que permitirá reforzar las investigaciones energéticas y de las tecnologías digitales con financiación procedente de estos desarrollos.

Vauban (Friburgo, Alemania). De Andrewglaser de Wikipedia en inglés, CC BY-SA 3.0.

La transformación no solo debe actuar sobre el sector de las renovables sino también en medidas de ahorro y eficiencia. En este campo la rehabilitación energética de viviendas tomará un gran protagonismo creando nuevos empleos en el sector de la construcción y manteniendo los que ya hay, muy relevantes en la economía española. 

El transporte también deberá experimentar grandes cambios. Será necesario electrificar el transporte y aumentar el uso del transporte público, incrementando así la eficiencia de la movilidad, lo que de nuevo producirá más empleos.

El urbanismo y la ordenación del territorio son dos elementos fundamentales para aumentar la eficiencia de todos los procesos productivos, sean de trabajo o de ocio. Lo importante no es solo garantizar la movilidad sostenible sino mejorar la accesibilidad a los servicios, y esta se mejora con una buena ordenación del territorio y con mejoras urbanísticas. La mejora de la accesibilidad a los servicios permitirá reducir las necesidades de movilidad, construyendo la famosa ciudad de los 15 minutos. 

La forma de generar electricidad de las renovables está basada casi siempre en elementos modulares (paneles solares, aerogeneradores, …) que no requiere mucha inversión individualmente, lo que abre la puerta a la creación de cooperativas y de comunidades energéticas, etc., creando así nuevas vías para la participación ciudadana y la democratización de la energía.   

Todas estas transformaciones traerán consigo un desarrollo económico y la generación de numerosos puestos de trabajo, como muestran numerosos informes, elaborados por diferentes instituciones, desde ONGs hasta reputadas consultoras. Estos estudios muestran a las claras una ganancia neta de empleo a pesar de las pérdidas que se producen entre los sectores productivos que se interrumpirán para prescindir de las fuentes energética no renovables. La creación de nuevos puestos de trabajo compensará con creces esta pérdida. 

El problema es que estos puestos de trabajo no se van a crear necesariamente ni en los mismos lugares ni en los mismos sectores industriales donde se han destruido. Y que las empresas impulsoras de estos proyectos no son necesariamente PYMEs, sino que pueden ser las mismas grandes eléctricas.   

  1. Pero no hay que dejar a nadie atrás

Los apoyos sociales a estos profundos y necesarios cambios dependerán de que estos no generen grandes sectores de población damnificados, debido a las modificaciones del esquema productivo, y de que no contribuyan a aumentar la desigualdad.

Los sectores productivos que desaparezcan (por ejemplo las centrales nucleares, la minería del carbón y las centrales térmicas de carbón) serán sustituidos por otros que permitan la creación de empleos y la generación de riqueza. Sin embargo, no necesariamente en los mismos lugares y sectores. La interrupción de la minería del carbón supuso un fuerte impacto para las cuencas mineras y el cierre de térmicas como la de Andorra (Teruel) dio lugar a la pérdida local de la principal actividad económica de la zona. 

Esta sustitución de unas actividades industriales o mineras por otras implica profundos cambios en la estructura productiva, lo que ha venido en calificarse en justicia como una nueva revolución industrial. 

La experiencia en nuestro país con la reconversión industrial fue traumática. Dio lugar a numerosa destrucción de empleo y zonas arruinadas, lo que despertó una gran oposición popular. Debemos extraer lecciones de aquella experiencia para que la transición energética sea una buena noticia para todos y no deje a nadie atrás. Las ayudas, la fiscalidad, las inversiones y las políticas públicas de empleo serán fundamentales. 

La formación de los trabajadores para que puedan desempeñar los nuevos empleos pasa a ser también un elemento clave. De esta forma, los damnificados por la interrupción de una u otra actividad pueden tener oportunidades para reconvertirse y conseguir nuevos empleos. 

Finalmente, hay que prestar atención al territorio. El esquema del actual modelo energético está basado en buena medida en grandes centrales con fuerte influencia sobre el territorio. Estas centrales se construyeron normalmente en zonas relativamente deprimidas y con poca población, siempre al lado de una masa de agua para refrigerarlas. Estas instalaciones introdujeron un gran cambio del modelo productivo local. Sin embargo, el modelo de crecimiento económico que propiciaron resulta frágil, pues suele tratarse de un monocultivo económico que genera puestos de trabajo en la zona, relacionados siempre con la central. El principal aumento de población y del empleo local se produjo durante la construcción de la instalación. El problema aparece cuando la actividad se interrumpe: el modelo de la gran central no ha conseguido generar una verdadera red productiva local, sino que todo depende de su explotación. Por ello su cierre conllevará una crisis en la zona, con migraciones forzosas y más población que se quedará atrás. Si bien el cierre de la instalación tendrá siempre un fuerte impacto, este puede ser más o menos grave según la diversificación de la economía local.

Para evitar este problema hay que potenciar un modelo económico local que sea capaz de mantener la riqueza de la zona. Estas acciones deberían empezarse antes del cierre de la central, de tal forma que cuando este se produzca pueda mitigarse el choque. Una vez cerrada la central, deben potenciarse las inversiones en actividades sostenibles. Suelen aparecer oportunidades relacionadas con la propia infraestructura que se cierra, pues hay conexión a la red eléctrica, terrenos disponibles y una masa de agua.

  1. Recapitulación 

La transición energética es una parte central de la transformación ecológica. Esta es imprescindible para luchar contra el cambio climático y mitigar la crisis ecológica. Esta transición conlleva una serie de importantes oportunidades que permitirían introducir cambios en el modelo productivo del país y el avance de la democracia en la economía, con la participación y corresponsabilidad en la generación de energía. El transporte, el urbanismo y la ordenación del territorio deberían también experimentar cambios para reducir el consumo de energía.

Parece imposible que la ciudadanía se oponga a estos cambios, pues tienden a generar más bienestar. Sin embargo, hay que cuidar a los damnificados por la transición ecológica. No se prestó suficiente atención a la gente que la globalización dejó atrás, y esto dio lugar a un aumento de la extrema derecha y a fenómenos como el Brexit, las movilizaciones de los chalecos amarillos en Francia o la extensión de la antipolítica en general. En el caso que nos ocupa debemos aprender de esta experiencia y cuidar el territorio y la recolocación de los trabajadores y las trabajadoras, para lo que será fundamental la formación de estos para prepararlos para los nuevos empleos.

 

Certamen de relato corto “Desigualdades”

Las desigualdades afectan a importantes sectores de la población mundial, ya sea en los países empobrecidos, ya sea en los propios países desarrollados, por lo que podemos hablar de un Sur global y un Norte global. El enorme desarrollo del capitalismo transnacional está posibilitando el enriquecimiento de una minoría y un crecimiento de la desigualdad, especialmente aumentados por la pandemia de COVID–19 y la hambruna causada por la crisis climática y la guerra de Ucrania. Las desigualdades se extienden más allá de los aspectos económicos y afectan a otros muchos aspectos de la vida.

En Acción en Red nos interesa e inquietan estas realidades, por lo que hemos organizado recientemente nuestras “Jornadas de Alternativas frente a la desigualdad” y queremos darle una continuidad con la convocatoria de este Certamen, que pretende recoger relatos que denuncien las desigualdades o que ofrezcan alternativas para superarlas.

Descarga aquí las bases y participa.

Jornadas «Alternativas frente a la desigualdad» • otoño 2022

Las jornadas se celebrarán en La Bóveda en dos fines de semana: 30 septiembre – 1 octubre y 7-8 octubre 2022

La desigualdad está afectando a importantes sectores de la población mundial, ya sea en los países empobrecidos, ya sea en los propios países ricos, por lo que podemos hablar de un Sur global y un Norte global. El enorme desarrollo del capitalismo transnacional está posibilitando el enriquecimiento de una minoría y un crecimiento de la desigualdad, especialmente aumentados por la pandemia de COVID–19 y la hambruna causada por la crisis climática y la guerra de Ucrania. Este capitalismo trata de esquilmar nuevos territorios en una ávida búsqueda de materias primas que afecta seriamente las condiciones de vida de amplios sectores de población y de sus hábitats. Hay, no obstante, movimientos de lucha y enfrentamiento populares a ese capitalismo extractivista que ofrecen alternativas de cambio. Conocer y analizar la situación global así como algunas experiencias transformadoras es el objetivo de estas jornadas, en las que tendremos tanto reflexiones más generales y teóricas como respuestas concretas en diferentes espacios en los países del Sur y en España.

PROGRAMA:

Viernes 30 de septiembre

  • 19:00 h. Recepción de participantes
  • 19:30 h. Un tiempo de incertidumbres: desigualdad y retos para una política de recuperación justa. Ana Sagaseta. Intermón Oxfam (Programa Desigualdad Cero).

Sábado 1 octubre: Alternativas transformadoras en el Sur global

  • 11:00 h. Formación profesional de mujeres en Nador, Marruecos. Sagrario Aguado. ONG Filigranas por el mundo
  • 12:15 h. Tejiendo redes entre la Universidad y el sur de Marruecos. Mª Eugenia Moya. Profesora, Universidad de Alcalá
  • 14:30 h. Comida en un restaurante árabe y visita al Mayrit árabe. Rafael Martínez. Madrid Árabe (tarde opcional)

Viernes 7 de octubre

  • 19:30 h. Transnacionales españolas y conflictos socio–ecológicos en América Latina. Una crítica ecofeminista. Miriam Garcia Torres. Ecologistas en Acción

Sábado 8 de octubre: Alternativas transformadoras en el Sur global

  • 10:00 h. “La Comala”: Cooperativa de Economía Social de mujeres migrantes. Norma Chavarría
  • 11:15 h. “Somos tribu” de Vallecas. Premio Ciudadano Europeo 2020 del Parlamento Europeo
  • 12:30 h. El Comercio Justo como herramienta contra la desigualdad. Mónica Gómez. Responsable de Comercio Justo de SETEM
  • 14:30 h. Comida (opcional)

Inscripción previa vía correo–e (aerjornadas@gmail.com) y/o teléfono (91 5421409).

Aportación: 10€ (5€ estudiantes, parados y mayores de 65). Acción en Red Madrid concederá un certificado de asistencia.

Entidades y personas colaboradoras: Oxfam Intermón, Ecologistas en Acción, Filigranas por el Mundo, La Comala, Somos Tribu, SETEM, María Eugenia Moya (UAH) y Rafael Martínez (Madrid Árabe).

Lugar de celebración: La Bóveda, Acción en Red, c/ San Felipe Neri, 4. Madrid

Descarga el programa en PDF.