El próximo 26 de septiembre expira el plazo de dos años establecido por la UE para acoger a 180.000 personas refugiadas. España, a un día de que finalice el mismo, ha acogido a 1.983 personas, apenas el 11% de la cuota a la que se había comprometido, mientras que la UE ha acogido únicamente a un cuarto de esas 180.000 personas.
Entre las causas del fracaso de estos acuerdos de reubicación destacamos:
- El carácter discriminatorio en base a la nacionalidad de estos acuerdos: únicamente pueden participar en el proceso de acogida aquellas nacionalidades que superaran una tasa de reconocimiento de protección internacional de un 75% en la media del conjunto de los Estados miembro.
- La entrada en vigor del acuerdo UE-Turquía: que excluyó a posteriori a todas aquellas personas llegadas a Grecia después del 20 de marzo de 2016, independientemente de su nacionalidad.
- La falta de voluntad política, la lentitud y las malas condiciones que se viven en los campos de refugiados de Grecia, ha provocado que muchas de las personas que podrían haber participado en el programa hayan abandonado el país por otras vías de forma desesperada.
Acción en Red se suma a la denuncia del incumplimiento de estos compromisos llevada a cabo por múltiples organizaciones y agentes políticos y sociales, y continuamos exigiendo y reclamando medidas urgentes que desbloqueen la situación que están viviendo las personas refugiadas. Proponemos:
Al gobierno de España:
- Agilizar los procesos administrativos para la llegada de las personas refugiadas comprometidos en los acuerdos de reubicación y reasentamiento.
- Proporcionar los recursos necesarios a fin de que esto sea posible y articular un sistema de acogida de personas refugiadas adecuado y digno.
- Habilitar la posibilidad de solicitar asilo en embajadas y consulados.
- Transposición inmediata de las directivas europeas en materia de asilo, y la aprobación urgente del Reglamento que desarrolle su aplicación.
- Eliminar los obstáculos para el acceso al derecho al asilo.
A la Unión Europea:
- Establecer vías legales y seguras para las personas que huyen y evitar así que pongan su vida en riesgo, concediendo visados humanitarios y de tránsito.
- Políticas migratorias y de asilo más flexibles y abiertas que prioricen los Derechos Humanos en cumplimiento de la legalidad internacional.
- Establecer mecanismos sobre la capacidad de acogida en base a criterios como población, riqueza y tasa de desempleo.
- Aplicar la directiva europea de Protección Temporal para hacer frente a las emergencias humanitarias.